Descubre la verdad tras las carnes envasadas "jugosas" y "tiernas" en los supermercados
La OCU avisa sobre carnes marinadas y adobadas que contienen agua añadida e ingredientes extras
En los supermercados españoles, es común encontrar envases de carne con etiquetas atractivas como "extratierna", "muy jugosa" o "supertierna". Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que detrás de estos reclamos se esconde una realidad menos apetecible: estas carnes contienen agua añadida y otros ingredientes extras.
Según la OCU, la mayoría de los productos cárnicos que se venden como "extratiernos" llevan agua añadida, además de aditivos, estabilizantes, aromas, sal y azúcar. Esta es la verdadera razón por la que resultan más tiernas, y no por la calidad intrínseca de la carne. Lo mismo ocurre con las carnes adobadas, marinadas y con otras preparaciones como las finas hierbas o al ajillo.
Clasificación normativa de las carnes
La normativa clasifica las carnes en tres categorías principales:
- Carne fresca: carne cortada, sin añadidos, que puede estar refrigerada, congelada o envasada al vacío.
- Preparado de carne: carne fresca con ingredientes añadidos, condimentos e incluso aditivos. Aquí se encuentran los filetes "extratiernos", las carnes adobadas, marinadas, los Burger meat, las salchichas frescas, etc.
- Productos cárnicos: productos transformados en los que la fibra muscular de la carne ha dejado de mantener su estructura inicial, como la mortadela o el salami.
Aditivos para retener el agua
Además del agua, estos productos cárnicos contienen otros ingredientes que ayudan a retenerla, como sal, azúcar, fibra vegetal, especias, aromas y diversos aditivos (antioxidantes, conservantes, estabilizantes y potenciadores del sabor). Algunos de estos aditivos, como el trisfosfato E451, el glutamato E621 y el nitrito sódico E250, están catalogados como "no recomendables" o "a evitar" según la calculadora de aditivos de la OCU.
Precio más elevado por el agua añadida
Un análisis de precios revela que, a igualdad de porcentaje de carne, los productos con agua añadida son hasta un 35% más caros que la carne fresca. Por ejemplo, unos filetes de pechuga de pollo marinada de Hacendado con un 24% de agua se venden a 7,40 €/kg, mientras que los filetes de pechuga de pollo fresca cuestan 8,35 €/kg. Sin embargo, teniendo en cuenta que la pechuga marinada solo contiene un 72% de carne, el precio real de la carne sería de 10,27 €/kg, un 23% más caro que la carne fresca.
Pruebas prácticas y recomendaciones
En pruebas realizadas por la OCU, se comprobó que todas las carnes pierden agua durante el cocinado, pero las carnes con agua añadida sí resultan más tiernas debido a los aditivos que retienen la humedad. No obstante, desde un punto de vista de salud, la organización recomienda elegir carne fresca, sin aditivos, y evitar los productos procesados. Se aconseja reducir el consumo de carne en general, especialmente de los preparados cárnicos, que se relacionan con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y cáncer colorrectal.
Petición de un etiquetado más claro
En resumen, las carnes envasadas "extratiernas", "muy jugosas" o con preparaciones como adobados y marinados contienen agua añadida y otros ingredientes extras, algunos de ellos poco recomendables para la salud. Aunque resultan más tiernas, también son más caras que la carne fresca. La OCU recomienda optar por carne fresca y sin aditivos, reduciendo el consumo general de carne y evitando especialmente los preparados cárnicos procesados. Asimismo, solicita un etiquetado más claro que informe a los consumidores sobre la presencia de agua añadida en estos productos.