Condenado a un año de prisión Saül Gordillo por agresión sexual a una trabajadora del digital que dirigía
La magistrada considera probado que tocó el culo y la vagina por encima de la ropa de la periodista en una discoteca
Un juzgado de lo penal de Barcelona ha condenado a un año de prisión al periodista Saül Gordillo por haber agredido sexualmente a una trabajadora suya de 23 años cuando dirigía el digital ‘Principal’ diciembre del 2022. La magistrada considera probado que Gordillo le tocó el culo y la vagina por encima de la ropa sin su consentimiento en uno discoteca de la capital catalana después de la cena de Navidad de empresa. La fiscalía pedía dos años de prisión y la acusación particular, cuatro. La sentencia también condena a Gordillo a dos años de libertad vigilada después de la pena de prisión, inhabilitación durante dos años para trabajar o hacer actividades con contacto regular y directo con menores, y dos años de prohibición de acercamiento o comunicación con la víctima.
Según la sentencia de 25 páginas, la noche del 1 al 2 de diciembre de 2002 el digital Principal y 8TV, de la misma empresa, celebraron la cena de empresa de Navidad. Gordillo, ex director del ACN y de Catalunya Ràdio, y de 50 años, y la víctima, Mar, de 23 años y que llevaba tres meses trabajando en el digital en noticias de feminismo, acudieron, como otras decenas de trabajadores y directivos. Después de la cena muchos de ellos acudieron a un bar musical. De ahí fueron hacia la discoteca Apolo en taxis, y Gordillo, la chica y otro redactor cogieron el mismo vehículo. El director y la redactora se sentaron detrás y el otro periodista iba de copiloto.
Al llegar a la discoteca sobre las 2.30 horas y dejar los abrigos en el guardarropa los tres cruzaron la pista de baile y se dirigieron a una barra para adquirir una consumición. Sobre las 2.44 horas, y siendo grabados por las cámaras de seguridad, Gordillo, “con ánimo de satisfacer su deseo sexual y atentar contra la libertad sexual de la víctima, se acercó de forma furtiva por lo que el otro redactor no pudiera ver cómo su mano derecha de forma disimulada bajaba por la espalda de la víctima”. "La cogió por las nalgas y desplazó la mano buscando su vagina, sin poder conseguirlo de forma directa porque lo impedía la ropa que ella llevaba, mientras con la mano izquierda sujetaba la consumición", relata.
Al cabo de un minuto, mientras la víctima pide una consumición, “con el mismo ánimo y propósito, después de cambiar la consumición de mano, y sin que tampoco el otro redactor pudiera observar las acciones de Gordillo, con lo que mantenía una conversación, se volvió a acercar a ella por la espalda y con la mano izquierda por debajo de la pernera del pantalón tipo 'short' que llevaba la denunciante llegó hasta la vagina y le colocó los dedos entre las medias y el short con intención de masturbarla”.
A partir de entonces, la chica siguió en la barra, en una “clara disociación cognitiva” y se desplazó con Gordillo y el otro periodista a la pista de baile. Fue a las 2.53 horas, casi diez minutos después, cuando la joven reaccionó y se encontró con compañeros de trabajo, a los que les contó los hechos, lo que le hizo asumir lo que acababa de ocurrir. Estaba en evidente estado de nerviosismo, ansiedad y desconcierto. Los compañeros intentaron calmarla y dos de ellos le pidieron un taxi para llevarla a casa.
Al día siguiente por la mañana acudió al CAP, donde le recetaron tranquilizantes, y al día siguiente le dieron la baja laboral, que se alargó hasta marzo del 2023. La chica ha sufrido estrés postraumático, angustia, desbordamiento emocional, tristeza aguda, pensamientos intrusivos y circulares, dificultades para dormir, alteraciones del apetito, irritabilidad y sentimientos de vergüenza y culpa. Ha sido tratada por una psicóloga, pero no pide indemnización alguna.
Durante el juicio, Gordillo se defendió alegando que las imágenes de las cámaras de seguridad mostraban un flirteo entre ambos y que él sólo puso la mano en el culo de la chica por encima de la ropa, pero en ningún caso lo hizo en la vagina.
Cuando días después de los hechos la joven presentó la denuncia ante los Mossos d'Esquadra y trascendió a la luz pública, Gordillo fue expedientado por su empresa y posteriormente despedido.
La magistrada descarta que Gordillo pudiera caer en lo que jurídicamente se conoce como error vencible o error invencible, es decir que desconociera en todo momento que estaba actuando mal, ya que no hay testigo alguno que certifique que había un flirteo previo. También recuerda a la magistrada que Gordillo tiene 26 años más que la chica, era su jefe y tiene mucha más experiencia que ella. Por tanto, considera que no podía haber caído en la confusión de asumir que la chica quería aquellos tocamientos. La sentencia puede recurrirse.