Nuevos cambios en la edad de jubilación ordinaria, anticipada y parcial en España para 2025: ¿Cuándo podrás retirarte?
Nuevos requisitos de edad y cotización afectarán a miles de trabajadores, mientras se avecinan reformas en jubilación parcial y anticipada
Imagen de archivo de una pareja de jubilados.
A partir del 1 de enero de 2025, los españoles que deseen jubilarse con el 100% de la pensión deberán tener al menos 66 años y 8 meses de edad, según lo estipulado en la reforma de pensiones de 2013. Esta medida forma parte de un plan de 15 años para elevar progresivamente la edad de jubilación de 65 a 67 años.
Aquellos que acrediten menos de 38 años y 3 meses de cotización tendrán que cumplir con esta nueva edad mínima. Sin embargo, quienes superen dicho período de cotización podrán jubilarse a los 65 años y recibir la totalidad de su pensión.
Requisitos de cotización y modalidades de jubilación
Es importante destacar que el requisito de cotización mínima para acceder a la pensión contributiva de jubilación se mantiene en 15 años, con la condición de que al menos dos de ellos estén comprendidos dentro de los últimos 15 años previos al retiro.
En cuanto a la jubilación parcial, la edad mínima de acceso será la edad ordinaria de jubilación aplicable en cada caso, siempre y cuando la empresa no realice un contrato de relevo. Si se efectúa dicho contrato, la edad mínima será de 62 años y 8 meses con más de 36 años y 3 meses cotizados, o 63 años y 4 meses con 33 años de cotización.
La jubilación anticipada voluntaria permite adelantar el retiro hasta 24 meses antes de la edad legal ordinaria, lo que significa que en 2025 la edad mínima será de 64 años y 8 meses, con al menos 35 años cotizados. Para carreras laborales más extensas, se podrá acceder a partir de los 63 años.
Por otro lado, la jubilación anticipada forzosa posibilita jubilarse hasta 48 meses antes de la edad ordinaria. En 2025, se requerirán 62 años y 8 meses de edad, y un mínimo de 33 años cotizados. Con carreras laborales más prolongadas, la edad mínima se sitúa en 61 años.
Coeficientes reductores y bonificaciones
Es crucial tener en cuenta que tanto la jubilación anticipada voluntaria como la forzosa conllevan la aplicación de coeficientes reductores sobre la cuantía de la pensión. Estos coeficientes varían en función del tiempo de anticipo y los años cotizados, oscilando entre el 21% y el 3,26% para la voluntaria, y entre el 30% y el 0,50% para la forzosa.
En contraposición, la jubilación demorada, que implica retrasar voluntariamente el acceso a la pensión más allá de la edad ordinaria, conlleva una bonificación. Esta puede consistir en un porcentaje adicional del 4% por cada año de demora, una cantidad a tanto alzado, o una combinación de ambas opciones si se posterga la jubilación dos años o más.
Reformas venideras y compatibilidad trabajo-pensión
La última reforma de pensiones acordada en julio de 2022 introdujo cambios en la jubilación demorada, permitiendo recibir un incentivo adicional por cada seis meses de demora a partir del segundo año. Además, se establecerán coeficientes reductores de la edad de jubilación para ocupaciones especialmente penosas o peligrosas, basados en criterios objetivos como la incidencia y duración de las bajas médicas, incapacidades permanentes y fallecimientos.
Asimismo, se ampliarán de dos a tres los años posibles de anticipo en la jubilación parcial, con límites en la reducción de la jornada y mejoras en las condiciones del trabajador relevista, cuya contratación deberá ser indefinida y a tiempo completo en un puesto no amortizable.
Otro aspecto destacable es el nuevo marco para la compatibilidad entre trabajo y pensión. Los porcentajes de la pensión que se podrán percibir mientras se trabaja serán del 45% con un año de demora, 55% con dos años, 65% con tres años, 80% con cuatro años y 100% con cinco años de demora.
En resumen, la edad legal de jubilación en España continuará aumentando progresivamente hasta alcanzar los 67 años en 2027, de acuerdo con la reforma de pensiones de 2013. Los cambios que entrarán en vigor en 2025 afectarán a miles de trabajadores, quienes deberán cumplir nuevos requisitos de edad y cotización para acceder a la pensión completa.
Estas modificaciones se enmarcan en un contexto de envejecimiento poblacional y presiones sobre el sistema de pensiones, que han llevado a sucesivas reformas en los últimos años. El objetivo es garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, adaptándolo a la evolución demográfica y del mercado laboral.
