LLEIDA
La tasa de mortalidad cae en Lleida a los niveles más bajos en cuatro décadas
La esperanza de vida se acerca a 84 años tras avanzar 4 este siglo pese a la pandemia
a tasa de mortalidad ha caído en la demarcación de Lleida a los niveles más bajos de las últimas cuatro décadas, según indican los registros del Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat), que sitúan ese indicador claramente por debajo de los 10 fallecidos por cada mil habitantes, casi dos puntos por debajo del que se dio durante la pandemia.
La tasa de mortalidad ha caído en la demarcación de Lleida a los niveles más bajos de las últimas cuatro décadas, según indican los datos demográficos del Idescat (Institut d’Estadística de Catalunya).
Según esta fuente estadística, la tasa de mortalidad de la demarcación en 2023, que es el último dato disponible, se situó en 9,39 fallecidos por cada 1.000 habitantes, es decir, por debajo del 1%, un registro que resulta ser el más reducido de la serie que comienza en 1997 y también de la que incluye cifras anteriores, hasta 1986, con años alternos.
Esa evolución de la tasa de mortalidad, más de un punto y medio inferior a la que se daba en el cambio de siglo, cuando no era extraño superar los 11 muertos por cada millar de habitantes en Lleida, se debe, básicamente, a la de otros cuatro indicadores: el volumen de población, la cifra de óbitos, el nivel de envejecimiento y la esperanza de vida.
El censo de la demarcación ha aumentado una cuarta parte en lo que va de siglo, 89.607 personas, es decir, un 25,47% si el periodo de referencia es el de 2000 a 2024, cuando ha alcanzado los 451.197; y 94.741 y un 26,57% si la estimación se amplía hasta 1996.
Ese incremento demográfico, que ha hecho crecer la base sobre la que se calculan las tasas, se debe fundamentalmente a la recepción de migrantes; y, entre estos, principalmente a los de origen extranjero, que ya suponen un cuarto de los empadronados y cuya llegada ha compensado con creces la progresiva merma de población derivada del crecimiento vegetativo.
El número de fallecidos por año, que ya supera los 4.500, ha seguido creciendo, pero a menor velocidad que la población: un 10,28% en veinte años, de 2002 a 2022, y un 15,4% en 25, hasta diez puntos por debajo del ritmo de incremento que ha experimentado la población.
Esa menor tasa de mortalidad afecta de manera especial a los grupos de población más envejecidos, que son los que tradicionalmente soportan el mayor impacto. Eso se ha traducido en un aumento de la esperanza de vida, que ya supera los 84 años y medio (84,65) tras un avance de cuatro en este siglo y pese a la pandemia, y en otro del índice de envejecimiento, que supera el 127% al haber algo más de cinco mayores de 65 años por cada cuatro menores de 20.
El indicador cae 1,7 puntos frente al 2020, el año de la pandemia
La tasa de mortalidad de la demarcación de Lleida al cierre de 2023 se había reducido 1,7 puntos en relación con la de 2020, el año de la pandemia, al caer de 11,09 a 9,39 fallecidos por cada mil habitantes. El grueso de esa horquilla se debe a los fallecimientos causados por las enfermedades de tipo infeccioso, entre las que se contabiliza la Covid-19. Ese epígrafe, que incluye otras patologías, marcó un registro récord de 873 fallecidos cuando no había llegado a alcalzar los 90 en los cuarenta años anteriores; es decir, que con la pandemia llegó a multiplicarse por diez. Ese registro se mantuvo anormalmente alto en los dos años siguientes, con 568 y 518 en 2021 y 2022, respectivamente. Las cifras oficiales anotan 1.697 muertes por Covid y 63 sospechosas en tres años. La reducción de ese epígrafe hace prever otra reducción de la tasa de mortalidad cuando se cierren los datos de 2024.