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"Una copa de vino al día es saludable": ¿Verdad o mito?

Un estudio liderado por científicos españoles revela el impacto del consumo moderado de vino en la salud cardiovascular

Una copa de vino.

Una copa de vino.Unsplash

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Un innovador estudio multicéntrico liderado por investigadores españoles ha arrojado nuevas evidencias sobre la relación entre el consumo muy moderado de vino, no más de media copa o una copa al día en la comida, en personas con riesgo de enfermedad cardiovascular. La investigación, aunque no es concluyente sobre los efectos protectores o beneficiosos de su consumo, se asoció prospectivamente con una menor tasa de enfermedad cardiovascular (ECV) en una población mediterránea con alto riesgo cardiovascular.

El estudio, dirigido por la Universitat de Barcelona, el Hospital Clínico, el IDIBAPS, el CIBEROBN y la Universidad de Navarra, evaluó la asociación entre el ácido tartárico urinario, un biomarcador objetivo del consumo de vino, y la tasa de un evento clínico compuesto de ECV. Los investigadores consideran que los resultados "deberían ayudar a posicionar el consumo moderado de vino en el lugar que le corresponde, como un elemento de la dieta mediterránea, considerada la más saludable del mundo".

Contexto y metodología del estudio

La investigación forma parte de un estudio español más amplio, PREDIMED, que investiga el efecto de una dieta mediterránea en personas con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Los participantes no tenían ninguna enfermedad cardiovascular al inicio, pero presentaban factores de riesgo como diabetes tipo 2, tabaquismo, hipertensión arterial, colesterol alto, sobrepeso y/o antecedentes familiares.

Para superar las limitaciones de los estudios epidemiológicos basados en información autodeclarada sobre el consumo de vino, los investigadores midieron el consumo mediante encuestas de frecuencia de ingesta de alimentos y lo confirmaron con un biomarcador objetivo: la concentración en la orina de ácido tartárico, una molécula producida principalmente en la uva. Se analizó una cohorte de 1.232 pacientes (657 mujeres y 575 hombres con una edad media de 68 años), incluyendo 685 que tuvieron alguna incidencia cardiovascular y 625 seleccionados aleatoriamente.

Resultados y recomendaciones

El análisis de los datos muestra que el consumo leve de vino (entre una copa a la semana y menos de media al día) disminuye el riesgo de tener una complicación cardiovascular en un 38%, pero esta reducción llega al 50% cuando el consumo es moderado (entre media copa y una copa al día), siempre que se haga con las comidas y no más de copa y media al día. Sin embargo, cuando el consumo sobrepasa más de una copa al día, todos los días, el efecto protector desaparece.

El profesor Ramon Estruch destaca que "hemos encontrado un efecto protector del vino mucho mayor que el observado en otros estudios. Una reducción del riesgo del 50% es mucho mayor que la que se puede lograr con algunos medicamentos, como las estatinas". No obstante, los investigadores advierten que siempre se habla de un consumo moderado de vino con las comidas, nunca entre horas.

Futuras líneas de investigación

A pesar de los prometedores resultados, Inés Domínguez, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB y del INSA, considera necesario más investigación para confirmar los hallazgos. Los autores apuntan a dos vías potenciales: el diseño de estudios aleatorizados de intervención nutricional y el estudio de los mecanismos de los efectos protectores del vino sobre el sistema cardiovascular, como el poder antiinflamatorio de los polifenoles del vino.

Controversia y precauciones

A pesar de los hallazgos del estudio, expertos consultados por SMC advierten sobre los numerosos efectos negativos del alcohol en la salud, que exceden cualquier supuesto efecto beneficioso sobre la mortalidad cardiovascular. Josep Maria Suelves, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, sostiene que "no debe recomendarse nunca el consumo de vino u otras bebidas alcohólicas para promover la salud o prevenir enfermedades" y que "no existe ningún nivel seguro de consumo de alcohol".

Por su parte, Naveed Sattar, de la Universidad de Glasgow, considera "decepcionante" que una investigación ensalce el consumo de alcohol cuando hay pruebas abrumadoras de que cualquier cantidad aumenta el riesgo de muchas complicaciones. Sin embargo, Julián Pérez Villacastín, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, destaca la calidad del estudio y su publicación en la revista de cardiología número 1 del mundo, pero puntualiza que no se puede concluir que el alcohol sea bueno para la salud ni que reduzca el riesgo cardiovascular en general.

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