¿Por qué el día de Sant Esteve es fiesta en Cataluña, pero no en toda España?

El día de Sant Esteve es, para muchos catalanes, una extensión de la Navidad: una jornada dedicada a la familia, a las comidas y, en definitiva, a continuar la celebración. ¿Pero, por qué esta festividad es exclusiva de Cataluña, las Islas Baleares y, en algunos casos, la Comunidad Valenciana? La respuesta la encontramos en la historia medieval y en la influencia del imperio carolingio.

El origen de la festividad: la huella carolingia

Durante los siglos VIII e IX, los territorios que hoy conocemos como  Cataluña formaban parte de la marca hispánica del imperio carolingio, un espacio fronterizo bajo la influencia de Carlomagno y sus sucesores. En aquella época, la familia se concebía como un clan extenso, y las fiestas de Navidad eran momentos clave para reunirse en la casa solariega. No obstante, en un mundo sin vehículos motorizados ni trenes, los desplazamientos requerían tiempo y esfuerzo.

La necesidad de facilitar estas reuniones familiares dio lugar al establecimiento del día de Sant Esteve como jornada festiva. Así, al día siguiente de Navidad permitía que los miembros de la familia volvieran a su casa sin prisas ni dificultades. Esta costumbre práctica se consolidó en el territorio catalán y se mantuvo, incluso, con la evolución de la sociedad y los cambios históricos.

Una festividad con resonancia europea

Aunque hoy día el 26 de diciembre no es festivo en España, la tradición de Sant Esteve no es única en Cataluña. Muchos países europeos celebran esta fecha, especialmente aquellos con raíces carolingias o influencia cristiana antigua. Entre estos encontramos Alemania, Austria, Dinamarca, Suiza, Polonia e incluso el Reino Unido, donde la jornada es conocida como Boxing Day.

Esta coincidencia pone de manifiesto la dimensión europea de la festividad, una conexión que diferencia Cataluña de otras regiones del estado español, donde la influencia carolingia no llegó con tanta intensidad. También en la Comunidad Valenciana y Baleares se mantiene esta tradición en algunos municipios, aunque ha perdido peso en la mayoría del territorio.

Con el paso del tiempo, el significado original de Sant Esteve –dar tiempo para volver a casa– ha ido evolucionando. En medida que la sociedad se ha industrializado y que los desplazamientos son más rápidos, esta festividad se ha transformado en una jornada para relajarse, reunirse de nuevo con la familia y disfrutar de otra gran comida navideña.

Además, la festividad es una oportunidad para poner en práctica tradiciones gastronómicas muy arraigadas, como el consumo de los canelones. Esta receta, elaborada a menudo con los restos de las comidas de Navidad, simboliza la capacidad de aprovechar los recursos con ingenio, un rasgo característico de la cultura catalana.

Otro aspecto destacado de Sant Esteve es su vinculación con el refranero popular. Dichos como "Per Nadal cada ovella al seu corral, i per Sant Esteve, cadascú a casa seva" refleja la importancia de esta festividad en el imaginario colectivo catalán.