ÓBITO JAPÓN
Fallece la persona más longeva a los 116 años
La japonesa Tomiko Itooka ha muerto a los 116 años de edad. Consumía a diario bananas y calpis, productos que consideraba claves para su bienestar
Imagen de archivo de Tomiko Itooka, que ha fallecido a los 116 años. - AYUNTAMIENTO DE ASIYA
Tomiko Itooka, una mujer nipona de 116 años reconocida como la persona más longeva del mundo, ha muerto por causas naturales, según informó ayer el ayuntamiento de la ciudad de Ashiya, en el oeste de Japón, donde vivía. Itooka, nacida el 23 de mayo de 1908 en la ciudad de Osaka (oeste), falleció el pasado 29 de diciembre en la residencia de ancianos de la localidad.
La mujer, que fue la mayor de tres hermanos, se convirtió en la persona viva más longeva de Japón en diciembre de 2023 tras la muerte de Fusa Tatsumi, otra nipona de 116 años que vivía en Kashiwara, también en la vertiente occidental del archipiélago. Posteriormente, fue reconocida como la persona viva más longeva del mundo por el Libro Guinness de los Récords en septiembre del año pasado, tras el fallecimiento de la mujer que había ostentado esa condición, la gironina Maria Branyas Morera, que murió a los 117 años en Olot.
El alcalde de la localidad de Asiya, Ryosuke Takashima, publicó un comunicado recogido por la radiotelevisión japonesa NHK en el que ofreció sus condolencias a sus familiares y agradeció a la mujer haber elegido la localidad para pasar sus últimos años de vida.
Uno de los factores que más despertaba la curiosidad sobre Tomiko Itooka era su dieta, que se mantenía constante durante décadas. A diario, consumía bananas y una bebida sabor yogurt conocida como calpis, productos que, según ella, eran clave para su longevidad y bienestar.
La catalana más anciana es de Bellvís y tiene 111 años de edad
■ Angelina Torres Vallbona es la persona más longeva de Catalunya. Tiene 111 años y vive en Barcelona, aunque nació en Bellvís en el año 1913 cuando Sudáfrica comenzaba el apartheid contra las personas de color, Rusia detenía y enviaba a Joseph Stalin a Siberia y en Catalunya se publicaban las primeras normas ortográficas del Institut d’Estudis Catalans. Su longevidad situó al frente del ranking catalán tras la muerte a los 117 años de Maria Branyas, que llegó a convertirse en la persona más anciana no solo de Catalunya, sino de todo el mundo.
