Nuevo cambio en las botellas de plástico, que se transforman este 2025: Nueva directiva de la UE
Después del tapón que no se separa, la Unión Europea introduce otro cambio en la composición de las botellas de plástico para reducir el impacto ambiental
Las playas paradisiacas de Bali, destinación turística de moda entre influencers de todo el mundo, se enfrentan actualmente a una grave crisis medioambiental. Sus costas se encuentran inundadas de plásticos provenientes de todo el planeta, arrastrados por las corrientes marinas. Estos residuos no sólo contaminan visualmente el paisaje, sino que también suponen un peligro para la fauna marina y, en última instancia, para la salud humana.
Ante este preocupante escenario, la Unión Europea aprobó en el 2019 la Directiva relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente. Esta normativa establece una serie de obligaciones para las empresas del sector, con el objetivo de minimizar la contaminación provocada por los plásticos de un solo uso.
Tapones unidos a las botellas desde el verano pasado
Una de las medidas más visibles de esta directiva es la obligatoriedad de que los tapones de las botellas de plástico estén unidos en el recipiente, vigente desde el verano de 2022. Eso afecta en las botellas para bebidas de hasta 3 litros de capacidad, exceptuando las de vidrio o metal con tapones de plástico, y las destinadas a usos médicos especiales.
Nuevo cambio en la composición a partir de 2025
Además, la directiva introduce otra novedad que entrará en vigor el 1 de enero de 2025. Les botellas de plástico tendrán que contener al menos un 25% de plástico reciclado en su fabricación, específicamente aquellas hechas con tereftalato de polietileno (PET). Aunque este cambio no será perceptible por los consumidores, supone un reto para las compañías del sector.
La lucha contra los microplásticos
Por otra parte, desde finales de octubre de 2023, la UE ha prohibido la venta de productos a los cuales se hayan añadido microplásticos de manera intencionada. Esta medida afecta en detergentes, cosméticos, juguetes, purpurina y otros artículos, con la finalidad de evitar la liberación de aproximadamente medio millón de toneladas de estas partículas sintéticas al medio ambiente.
La contaminación por plásticos es un problema global que afecta gravemente a los ecosistemas marinos y la salud humana. Ante esta situación, la Unión Europea ha tomado medidas para reducir el impacto de los productos de plástico de un solo uso, como las botellas para bebidas. Les nuevas normativas obligan a unir los tapones a las botellas, incrementar el porcentaje de plástico reciclado en su fabricación y prohibir la adición intencional de microplásticos en varios productos. Estas iniciativas buscan minimizar la cantidad de residuos plásticos que acaban contaminando el medio ambiente y afectando a la biodiversidad marina.