Ocho mitos acerca del azúcar que pueden sorprenderte
Analizamos ocho creencias populares sobre el azúcar a la luz de la ciencia
El azúcar es uno de los ingredientes más controvertidos en la actualidad. Mientras algunos lo consideran el enemigo número uno de la salud, otros defienden su consumo con moderación. Pero, ¿qué hay de verdad en los mitos que rodean a este polémico carbohidrato? Analizamos 8 creencias comunes sobre el azúcar para descubrir qué dicen realmente los estudios científicos al respecto.
¿Es posible desarrollar adicción al azúcar?
Aunque muchas personas afirman sentirse "enganchadas" al azúcar, desde el punto de vista científico no se puede hablar de una adicción en el mismo sentido que otras sustancias como la nicotina o el alcohol. Sin embargo, sí es cierto que cuanto más azúcar consumimos, más tendemos a querer, ya que estimula los centros de recompensa del cerebro. La buena noticia es que es posible regular este deseo reduciendo progresivamente la ingesta de alimentos azucarados.
El mito de que el azúcar provoca cansancio
Consumir grandes cantidades de azúcar puede provocar picos de glucosa en sangre que, al descender bruscamente, generan sensación de fatiga. Esto se debe a que el organismo se esfuerza por regular los niveles de azúcar, dando prioridad a este proceso y restando energía para otras funciones. La solución pasa por optar por carbohidratos de absorción lenta y mantenerse activo físicamente para favorecer el uso de la glucosa por parte de los músculos.
¿Son los edulcorantes una alternativa saludable?
Aunque los edulcorantes no aportan calorías ni elevan la glucemia directamente, su consumo habitual puede tener otros efectos negativos. Algunos estudios apuntan a que mantienen el deseo por el sabor dulce e incluso pueden llevar a compensarlo con más alimentos azucarados. Además, ciertos edulcorantes artificiales podrían alterar la flora intestinal, lo que a su vez afectaría a la capacidad del cuerpo para regular los niveles de azúcar.
Verdades y mentiras sobre el poder de engordar del azúcar
Es cierto que el azúcar aporta calorías vacías que pueden contribuir al aumento de peso, especialmente porque al ser un alimento refinado, el organismo no gasta energía en digerirlo y asimilarlo. Pero además, el consumo excesivo de azúcar puede interferir en el funcionamiento de la insulina, dificultando la quema de grasas en personas con resistencia a esta hormona, un problema que afecta hasta al 50% de la población adulta en España.
La confusión de los productos "light"
A menudo se asocia la etiqueta "light" con ausencia de azúcar, pero no siempre es así. Muchos de estos productos sustituyen las grasas por almidones y edulcorantes que, aunque no son azúcar propiamente dicho, se transforman rápidamente en glucosa en el organismo. Por eso es importante leer la lista de ingredientes y no dejarse llevar sólo por las declaraciones nutricionales del envase.
¿Es el azúcar de las frutas más saludable?
Aunque la molécula de azúcar es la misma, el efecto en el cuerpo es muy diferente cuando proviene de la fruta o de alimentos procesados. Las frutas contienen fibra, vitaminas y compuestos bioactivos que ralentizan la absorción del azúcar y aportan beneficios extra para la salud. Además, resulta mucho más difícil consumir azúcar en exceso a través de frutas enteras que de productos azucarados.
El mito del déficit de azúcar
Salvo en casos excepcionales, como algunas personas con diabetes tipo 1, es prácticamente imposible que un adulto sano tenga déficit de azúcar. Incluso siguiendo una alimentación basada en vegetales, el organismo es capaz de obtener la glucosa que necesita a partir del almidón presente en la mayoría de alimentos de origen vegetal, especialmente si se consumen también cereales y derivados.
Azúcar y salud infantil: un tema delicado
Aunque un consumo ocasional de dulces no supone un riesgo inmediato para los niños, sí puede tener consecuencias negativas a largo plazo. Acostumbrar al paladar de los más pequeños a los sabores dulces puede hacer que rechacen alimentos más saludables y nutritivos. Además, la respuesta natural de los niños ante un exceso de azúcar es aumentar su actividad física para quemar ese extra de energía, un mecanismo que solemos perder de adultos.
Claves para un consumo responsable de azúcar
A la luz de la evidencia científica, parece claro que lo más recomendable es moderar el consumo de azúcares añadidos, evitando que desplacen a otros alimentos más nutritivos en la dieta. Al mismo tiempo, conviene familiarizarse con las distintas formas en las que el azúcar se "esconde" en productos procesados para poder tomar decisiones informadas. Y, por supuesto, asegurarse de llevar un estilo de vida activo que ayude a regular los niveles de glucosa. Con estos sencillos principios, es posible disfrutar del sabor dulce sin comprometer la salud.