Como conservar la Flor de Pascua todo el año y conseguir que sus hojas vuelvan a ser rojas
La ponsetia o Flor de Navidad es una planta muy delicada, pero se puede hacer que sobreviva hasta la Navidad siguiente con unos cuidados mínimos
La flor de Pascua, también conocida como ponsetia o flor de Navidad, es la planta navideña por excelencia y se puede encontrar de forma silvestre en países como México, Argentina, Nicaragua, Venezuela o Estados Unidos.
Aunque se trata de una planta delicada, si le proporcionamos unos cuidados mínimos conseguiremos que sobreviva año tras año, y no sólo eso, sino que vuelva a florecer y sus hojas se vuelvan a colorear. En este artículo te explicaremos cómo conseguirlo.
Precauciones básicas para mantener la flor de Pascua perfecta durante la Navidad
Lo más habitual es que compramos esta planta para decorar nuestra casa y nuestras celebraciones navideñas, por lo cual acostumbramos a tenerla en el interior de las viviendas.
Un primer consejo es que procuramos que esté en una zona muy bien iluminada, ya que necesita mucha luz, aunque tenemos que evitar el sol directo porque la puede estropear. Si no recibe bastante luz, empezará a perder las hojas.
Con esta planta es importante evitar los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire, que le pueden provocar muchos problemas. La temperatura ideal se encuentra entre los 16 °C y los 21 °C, y es importante que no supere los 25 °C, ya que por encima de esta temperatura la flor de Pascua empieza a pasarlo mal.
Tampoco le gustan los ambientes secos. La calefacción, que en esta época del año es habitual que esté encendida, seca mucho el ambiente, por lo cual tendremos que procurar que tenga una humedad ambiental elevada. Eso lo conseguiremos colocando cerca algún recipiente con agua para que se vaya evaporando y genere en torno a la planta la humedad que necesita.
El riego también lo tenemos que cuidar. El ideal es mantener el sustrato con una cierta humedad, no dejar que se seque, pero cuenta, eso no significa que tengamos que estar regando constantemente, ya que un exceso de agua sería muy perjudicial a la flor de Pascua. El ideal es hacer un riego por inmersión, sumergir la planta durante 10 minutos aproximadamente en un recipiente con agua para que la planta absorba lo que necesita. Después dejaremos que se escurra el exceso. Cuando vemos que ya no sale nada de agua, podemos colocarla de nuevo en su lugar habitual.
¿Siguiendo estos consejos, a buen seguro que pasará la Navidad en perfecto estado, pero qué hacemos después?
Cuidados de la flor de Pascua hacia finales del invierno
Durante el periodo postnavideño, y aunque el frío sigue durando unas semanas más, en la medida en que los días se hacen más largos y las temperaturas empiezan a subir, las hojas de la flor de Pascua se empiezan a desprender del tallo Este es el momento idóneo para hacer la poda y sacarla al exterior o plantar directamente en el jardín para iniciar su ciclo arbustivo coincidiendo con el fin del invierno.
¿ Cuántas veces a la semana se riega la flor de Pascua?
A pesar de su aspecto, la poinsettia pertenece a la misma familia que los cactus. Por eso, no pide una gran dosis de riego, más bien al contrario. seque entre riego y riego, cosa que pasa, aproximadamente, cada tres o cuatro días. No obstante, dependerá también de la temperatura ambiental.
¿ Cada cuánto se poda la flor de Pascua?
La primera poda de la flor de Pascua se tiene que hacer cuando las hojas se desprenden de la planta. A continuación, puedes colocarla en un ambiente cálido para "activar su estado vegetativo", efectuar un primer riego abundante y cambiar la frecuencia dejando que el sustrato se seque.
Pasado el tiempo y coincidiendo con el periodo primaveral, "la poinsettia se tiene que podar de nuevo en abril y trasplantarse si hiciera falta", añaden desde Todo Huerto y Jardín. tallos, todas a la misma altura. De aquí brotarán las nuevas flores de la Navidad siguiente.
¿Qué hay que hacer para que la flor de Pascua se vuelva a poner encarnada?
Para conseguir que la flor de Pascua tenga este color encarnado en sus hojas, que se conocen como brácteas, tenemos que reducir periódicamente las horas de luz durante la fase de crecimiento. Es decir, a partir de septiembre y durante seis semanas, la planta tiene que tener un riego moderado y un abono que incluya una proporción de nitrógeno, fósforo y potasio.