Tres Tombs para el futuro

Decenas de carrozas, carros, caballerías y tractores desfilaron ayer desde la avenida Blondel hasta la Creu dels Tres Tombs de Lleida con motivo de la celebración de la 84a edición de la Festivitat de Sant Antoni Abat. La mayoría de los participantes en la tradicional rúa fueron agricultores y vecinos de l’Horta que aprovecharon, como es habitual, para denunciar las problemáticas recurrentes que afectan esta zona agrícola de la ciudad y al campo leridano: las MAT, los robos, la plaga de conejos y el acuerdo de Mercosur, entre otros.

“Aquí descansa el futuro de nuestra tierra”, “A Sant Antoni pedimos que la ley haya cambiado, antes que el ladrón todo nos haya quemado”, “Dignidad, seguridad y futuro” o “No a las líneas de alta tensión” fueron parte de las frases escritas en pancartas reivindicativas que se pudieron ver presidiendo las carrozas. Uno de los montajes más originales entre estos vehículos fue una ruleta gigante donde te podía tocar: grietas en casa por el paso del AVE, sufrir un robo, quedarte sin fibra, afectaciones por una línea MAT, un vertido ilegal o la normalidad. “Nuestra carroza se basa en los desastres que suelen afectar l’Horta y los hemos caricaturizado con esta ruleta. Hoy en día tienes pocas opciones de vivir de manera normal en esta zona, muy machacada por demasiadas cosas negativas. La festividad refleja esta realidad”, afirmó a SEGRE Francesc Montardit, presidente de la asociación de vecinos de la partida Vallcalent.

La rúa reflejó la diversidad de problemas que afectan a los agricultores de l’Horta y del campo leridano En el recorrido por la ciudad participaron niños y adolescentes junto a sus padres y abuelos

Asimismo, el decorado de otra de las carrozas recreó dos torres de alta tensión y justo debajo un cementerio de cruces negras, cada una de ellas con los nombres de diferentes partidas de l’Horta. Adrián Drago, representante de la Plataforma Lleida contra la MAT, recordó que ya hace varios años que luchan contra los proyectos de líneas de alta tensión. “Las carrozas de la rúa hacen referencia a los problemas que afectan a la agricultura y nosotros hemos aprovechado para denunciar el hecho que la Paeria haya concedido recientemente el permiso de obras para una línea de evacuación”, dijo.

La rúa contó con una docena de caballerías, una decena de carrozas, una quincena de tractores y varios carros. Esta es una tradición muy arraigada para diversas familias leridanas, pasando en algunos casos de abuelos a nietos. Magí Alrich, vecino de l’Horta, explica que su padre siempre participaba en la cofradía de Sant Antoni, una costumbre que adoptó y que ha mantenido con el paso del tiempo. Ahora hace el recorrido acompañado de su hijo Logan de tan solo cinco años. El pequeño completó el trayecto subido en un tractor de juguete con una pancarta donde se podía leer: “A Sant Antoni llegamos para enseñar la payesía a la gente”.

“Es importante que no se pierdan las tradiciones agrícolas en Lleida. Cada año hay reivindicaciones y pancartas con frases distintas”, comentó Alrich.

Decenas de personas se acercaron con sus animales domésticos a la avenida Blondel para recibir la tradicional bendición. Luego, el recorrido siguió por la avenida de Catalunya y la Rambla Aragó hasta llegar a la Creu de los Tres Tombs, donde los participantes hicieron las tradicionales tres vueltas al monumento. Los acompañaron els Gegants y Grallers de Jaume I, la Colla Bastonera del Pla de l’Aigua, la banda Ilerband y decenas de personas, entre ellas el conseller d’Agricultura Òscar Ordeig y autoridades municipales.

La matinal reivindicativa también tuvo un tono festivo. Las carrozas reprodujeron música generalmente de artistas y grupos catalanes, mientras que parte de los participantes repartieron caramelos entre el público.