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El secreto detrás de los calçots: las ventajas de comer estas cebollas catalanas

Se han convertido en un elemento indispensable de la gastronomía de Catalunya gracias a sus propiedades y beneficios

Imagen de una 'calçotada' en Lleida.

Imagen de una 'calçotada' en Lleida.Marc Codinas

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La temporada de calçots en Catalunya ha comenzado con muy buenas perspectivas este año, gracias a las bajas temperaturas registradas a principios de año. Estas condiciones climáticas han dotado a estas míticas cebollas catalanas de una calidad excepcional, con un tamaño generoso y una textura poco fibrosa.

Pero, ¿qué hace que los calçots sean tan especiales y apreciados en la gastronomía catalana? Más allá de su sabor único, estos vegetales esconden una serie de beneficios para la salud que los convierten en un alimento muy recomendable.

Un alimento bajo en calorías y rico en nutrientes

El calçot destaca por su bajo aporte energético, con tan solo 35 kcal por cada 100 gramos. Se trata de un alimento compuesto principalmente por agua y fibra, con cantidades medias de vitaminas y minerales esenciales como hierro, calcio, fósforo, magnesio y vitaminas B, C y E.

Al ser un 90% agua, el calçot nos ayuda a mantenernos hidratados y a depurar nuestro organismo, sin añadir grasas ni calorías extra a nuestra dieta. Además, su contenido en fibra favorece la regulación del tránsito intestinal y facilita la digestión.

Beneficios cardiovasculares y antioxidantes

Otro de los grandes beneficios de los calçots es su capacidad para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, contribuyendo así a mantener una presión sanguínea adecuada y a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Asimismo, gracias a su contenido en flavonoides y polifenoles, los calçots actúan como potentes antioxidantes, contrarrestando el efecto de los radicales libres responsables del envejecimiento celular. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) ha demostrado que tanto las cebollas como los calçots poseen elevadas cantidades de estos compuestos beneficiosos.

Propiedades antibióticas y depurativas

Los calçots contienen sulfuros, unos derivados del azufre que les confieren propiedades antisépticas y depurativas. Estos compuestos ayudan a eliminar metales pesados y parásitos del organismo, además de mejorar el metabolismo de las proteínas y los aminoácidos.

Gracias a estas propiedades, los calçots actúan como antibióticos naturales, limpiando las arterias y retardando el crecimiento de virus, hongos, bacterias y otros microorganismos patógenos que pueden proliferar cuando nuestra dieta no está equilibrada o nos encontramos en situaciones de estrés, como suele ocurrir durante el invierno.

Los 4 principales beneficios para la salud de los calçots

  • Antioxidante: por su contenido en flavonoides y polifenoles, unas sustancias que contrarrestan el efecto de los radicales libres. Este efecto ha sido motivo de un estudio específico por parte de la UPC que demuestra que tanto la cebolla como el calçot tienen contenidos elevados en polifenoles, que contribuyen a reducir el efecto oxidativo de los radicales libres que dan lugar a la envejecimiento celular.
  • Antisépticos y detox: su riqueza en sulfuros (derivados del azufre) nos purifica, porque elimina los metales pesados y los parásitos, y ayuda a mejorar el metabolismo de las proteínas y los aminoácidos.
  • Antibióticos naturales: limpian las arterias y retardan el crecimiento de virus, hongos, bacterias y otros organismos patógenos que proliferan cuando la dieta no está bien equilibrada o nos vemos expuestos a situaciones difíciles, como suele ocurrir durante el invierno. Por esta razón los calçots se consideran antibióticos naturales.
  • Mejoran la circulación sanguínea: Los componentes del azufre de los calçots mejoran la circulación sanguínea, hasta el punto que se utilizan para mejorar enfermedades como la hipertensión, la arteriosclerosis, la angina de pecho y otras relacionadas con la mala circulación.

Una delicia estacional con múltiples beneficios

La temporada de los calçots se extiende desde noviembre hasta principios de la primavera, por lo que es durante estos meses cuando podemos disfrutar al máximo de las propiedades y beneficios de este alimento típico de la gastronomía catalana.

Ya sea a la brasa, acompañados de su tradicional salsa romesco, o incorporados en otras preparaciones culinarias, los calçots son una opción saludable y sabrosa que no podemos dejar pasar. Aprovechemos esta temporada para saborear este manjar y, al mismo tiempo, cuidar de nuestra salud.

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