El soñado retorno a Segunda
Ahora se van a cumplir 60 años del regreso del Lleida a la categoría de Plata || Nueve temporadas después de perderla, se logró el ascenso
En este 2025 se van a cumplir 60 años de uno de los ascensos más soñados de la todavía entonces Unió Esportiva Lleida. Después de nueve temporadas de ausencia se superaron los fantasmas tras el descenso de la Primera División (52-53) y el más traumático aún a Tercera (56-57) consiguiendo regresar a la categoría de plata del futbol español gracias sobre todo al empeño de su presidente Ramon Vilaltella Roure, empresario leridano que se hizo millonario, además de otros negocios, con las flores artificiales y se convirtió en un auténtico mecenas del club que consiguió gracias a su esfuerzo económico devolver a una afición que desertaba del Camp d’Esports la ilusión perdida. Con un carisma incuestionable y una gestión personalista y de lo más populista, creó un entorno en el club a base de familiares, empleados de sus empresas y amigos, con tics dictatoriales, que acabó consiguiendo el éxito, no ya el ansiado ascenso, sino modernizando el club con césped nuevo, rematando la inacabable obra de la Tribuna cubierta y dotando al terreno de juego de la adecuada iluminación para disputar partidos nocturnos.
En su primera temporada ya rozó el ascenso, con tres entrenadores distintos, pero acabó cuarto y con el Camp d’Esports clausurado tras un polémico partido ante el Europa. Por cierto, los partidos de sanción se disputaron en La Bordeta. En su segunda campaña, acabó subcampeón, pero no ganó la promoción ante el Plus Ultra madrileño (derrota 2-1 en Madrid y 1-1 en Lleida). A la tercera intentona sí que alcanzó su objetivo. Con Lelé en el banquillo, solo fichó al portero del Plus Ultra, Patiño. A la tercera jornada de Liga, con una victoria y dos derrotas, destituyó al técnico y se trajo a Lleida a Seguer, exjugador del Barça e integrante del mítico equipo de las Cinco Copas. Con una segunda vuelta inmaculada, el Lleida acaba segundo, solo superado por el campeón Condal, filial azulgrana, y tuvo que disputar la promoción. Primero superó al Alavés con una doble victoria (2-1 en Vitoria y 7-1 en casa). La ronda definitiva le emparejó con el Calvo Sotelo de Andorra de Teruel. En la ida los de Seguer derrotan a los aragoneses con más apuros de los previstos. La vuelta disputada una semana después (6 de junio de 1965) está grabada en la memoria de los aficionados. Si en la ida las viejas gradas del Camp d’Esports se quedaron pequeñas con más de 11.000 aficionados, en la vuelta, fueron más de 2.000 los que se desplazaron a animar a los azules. Bajo una lluvia torrencial que dejó el campo del Calvo Sotelo hecho un barrizal, el Lleida tiró de coraje y volvió a ganar (2-3), provocando una explosión de júbilo, como no se recordaba con festejos que se alargaron más de una semana. El Lleida aguantó tres temporadas en Segunda hasta un nuevo descenso por restructuración.