Alerta por la plaga de garrapatas en Cataluña
La garrapata Hyalomma lusitanicum pone sobre aviso Cataluña por su rápida expansión por el territorio
Un reciente estudio publicado en el Boletín de la Institución de Historia Natural ha revelado una alarmante propagación de la garrapata Hyalomma lusitanicum en Cataluña, especialmente en la provincia de Barcelona. Según los datos, esta especie de ácaro se ha detectado en 101 municipios catalanes, 55 de ellos pertenecientes a las comarcas barcelonesas, incluyendo localidades como Badalona, Sant Adrià de Besòs y Badia del Vallès.
La investigación, llevada a cabo por Carlos Pradera y Agustín Estrada-Peña, advierte del elevado riesgo que supone esta plaga para la salud pública, dado que la Hyalomma lusitanicum es conocida por ser transmisora de enfermedades. Los autores lamentan la falta de intervención por parte de las administraciones en los últimos años y recuerdan que ya en 2022 señalaron la necesidad de implementar un programa de monitorización para evaluar el alcance de esta amenaza.
El estudio compara los datos actuales con los registrados hace dos años, cuando la presencia de esta garrapata se limitaba a 31 municipios. Sin embargo, en diciembre de 2024, se ha constatado su expansión a 81 localidades, 55 en la provincia de Barcelona y 26 en la de Tarragona. Los expertos atribuyen este crecimiento acelerado a las condiciones climáticas favorables y a la abundancia de especies huésped, como conejos y jabalíes, cuyas poblaciones se encuentran fuera de control.
Adaptación al entorno y riesgos para la salud
La Hyalomma lusitanicum ha demostrado una notable capacidad de adaptación al territorio y a la vegetación mediterránea. Las hembras de esta especie son capaces de realizar puestas de varios miles de huevos, lo que contribuye a su rápida proliferación. Además, las larvas y ninfas se alimentan principalmente de conejos, mientras que los adultos lo hacen de ungulados domésticos y silvestres, como el corzo.
En cuanto a los riesgos para la salud humana, las picaduras de esta garrapata no solo provocan dolor y molestias, sino que también pueden transmitir enfermedades graves como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. El Canal Salut de la Generalitat advierte que las garrapatas infectadas con organismos patógenos pueden transmitir diversas dolencias mientras se alimentan, incluyendo la fiebre botonosa, la enfermedad de Lyme, la fiebre recurrente, la encefalitis transmitida por garrapatas, las babesiosis y la tularemia, entre otras.
Metodología del estudio y zonas afectadas
El estudio se llevó a cabo mediante prospecciones realizadas entre abril y junio de 2023 y entre abril y septiembre de 2024. En total, se capturaron 1.274 ejemplares adultos de Hyalomma lusitanicum. Los investigadores se centraron en espacios de entornos urbanos degradados y con escasa vegetación, donde se detectó la presencia de conejos, uno de los principales huéspedes de esta garrapata. Asimismo, se inspeccionaron caminos con indicios de paso de jabalíes o idóneos para su tránsito.
Los resultados del estudio destacan un preocupante aumento de la presencia de esta especie en escuelas e institutos, especialmente en aquellos ubicados en las periferias de las ciudades y rodeados de zonas verdes. También se ha constatado su presencia en instalaciones deportivas, viviendas y cementerios. Los parques urbanos donde proliferan los conejos son otro foco de atención, ya que la aparición de garrapatas ha alterado su normal funcionamiento.
Llamamiento a la calma y recomendaciones
Ante la alarma generada por la llegada de las garrapatas, el subdirector general de Vigilància i Resposta a Emergències de Salut Pública, Jacobo Mendioroz, ha hecho un llamamiento a la calma. En una entrevista en RAC1, Mendioroz aseguró que "no nos tenemos que preocupar en términos de salud pública porque el riesgo para la población es muy limitado". Además, subrayó que "es infrecuente que piquen y todavía lo es más que se desarrolle una enfermedad grave". No obstante, en caso de picadura, la mayoría de las veces se desarrollan cuadros leves, siendo la fiebre el síntoma más habitual. En situaciones más complicadas, puede llegar a transmitirse la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, cuyos síntomas incluyen dolor de cabeza, fiebre elevada, mareos o vómitos.
En caso de detectar una garrapata en la piel, el experto recomienda retirarla con unas pinzas finas, asegurándose de extraerla por completo sin arrancarle la cabeza. "Se tiene que coger el parásito por el extremo de la cabeza y suavemente sacarlo de la piel", indicó Mendioroz.
Para prevenir las picaduras de garrapata, se aconseja evitar adentrarse en zonas con maleza abundante durante las excursiones y permanecer en los caminos marcados. Asimismo, es recomendable utilizar ropa adecuada, como pantalones largos, manga larga y calzado cerrado, cubriendo todas las áreas expuestas. El uso de repelentes, siguiendo las instrucciones del fabricante, también puede ser una medida profiláctica eficaz.
¿Qué es la Hyalomma lusitanicum?
La Hyalomma lusitanicum es una especie de garrapata perteneciente a la familia Ixodidae, comúnmente conocida como "garrapata mediterránea". Se trata de un ectoparásito hematófago, es decir, que se alimenta de la sangre de sus huéspedes. Esta garrapata se encuentra ampliamente distribuida en la región mediterránea, incluyendo países como España, Portugal, Italia y Grecia.
Una de las características más destacadas de la Hyalomma lusitanicum es su capacidad para transmitir enfermedades tanto a animales como a seres humanos. Entre las patologías más preocupantes asociadas a esta especie se encuentra la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, una enfermedad viral grave que puede ocasionar síntomas como fiebre alta, dolor muscular, mareos, dolor de cabeza, vómitos y, en casos severos, hemorragias internas y externas.
Además de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la Hyalomma lusitanicum también puede transmitir otras enfermedades como la fiebre botonosa mediterránea, causada por la bacteria Rickettsia conorii, y la babesiosis, una enfermedad parasitaria que afecta a los glóbulos rojos.
El ciclo de vida de esta garrapata incluye tres estadios principales: larva, ninfa y adulto. Tanto las larvas como las ninfas suelen alimentarse de pequeños mamíferos, como roedores y conejos, mientras que los adultos prefieren huéspedes de mayor tamaño, como el ganado y los ungulados silvestres. Es precisamente durante la alimentación cuando las garrapatas pueden adquirir y transmitir los patógenos causantes de enfermedades.
Dado el riesgo que representa para la salud pública, es fundamental adoptar medidas de prevención y control para limitar la expansión de la Hyalomma lusitanicum. Esto incluye la vigilancia epidemiológica, el control de las poblaciones de huéspedes, la educación de la población sobre los riesgos asociados a las picaduras de garrapatas y la promoción de medidas de protección personal al aire libre.