REIVINDICACIÓN ENTIDADES SOCIALES
Encendido de torres reivindicativas
Un total de 13 brillan en Lleida como símbolo para mostrar el apoyo a los migrantes y el patrimonio cultural e histórico. Apuesta por una mayor coordinación de todo el territorio de cara a 2026
Lleida encendió ayer un total de 13 torres y murallas como señal de reivindicación y apoyo a los migrantes, y para poner en valor el patrimonio histórico y cultural del territorio. El Tossal de Moradilla fue uno de los monumentos con mayor afluencia de público por la mañana, junto al Castell del Rei (al lado de la Seu Vella) y al Castell de Gardeny, que fueron los puntos de encendido, con botes de humo y bengalas, y la luz como protagonistas por la tarde que ofrecieron una iluminación impactante, y a la vez, diferente en estas torres de la capital del Segrià, con motivo de la tercera Encesa de Torres, Talaies i Talaiots. Es una iniciativa a la que se sumaron en el conjunto de la provincia de Lleida la torre del castillo de Verdú, en el Urgell; la torre de Fontdepou (Àger) y la Baronia de San Oïsme, en la Noguera; el Castell d’Orrit, en el Pallars Jussà; y en la Ribagorça también formaron parte de la propuesta el Castell d’Areny, el Castell de Muntanyana, Viacamp, Benavarri, Lluçars y Estopanyà. En cada uno de los puntos se programaron dos sesiones de encendido de las torres (una por la mañana y otra por la tarde) con una misma estructura: una primera lectura de un manifesto en el que se reivindicaron los derechos de los migrantes que vienen por la ruta del Mediterráneo, y también la necesidad para encontrar soluciones por conservar el patrimonio histórico y cultural de las poblaciones que forman parte del proyecto, para acabar interpretando El viatge a Ítaca de Lluís Llach. En escenarios como el Tossal de Moradilla se recibió al Grup Àgora de Albatàrrec, que cerró las actividades por la tarde. En el Castell del Rei, la Coral Estel fue la encargada de amenizar el final de la jornada.
El presidente de Amics de la Seu Vella, Joan-Ramon González, destacó que “el objetivo de cara a próximas ediciones es que haya una comunicación más próxima entre los puntos de encendido. Puede que Ciutadilla o Guimerà sean opciones a tener en cuenta para el año que viene”, añadió González.
En Verdú, el acto fue liderado por Xercavins. La torre del castillo lució, por segundo año consecutivo, con humo de color rojo a mediodía y con bengalas de fuego por la noche en símbolo de luz y acogida.