Adiós al papel film: conserva el queso fresco durante semanas con este truco desconocido
Descubre cómo almacenar quesos en el frigorífico sin perder su sabor y textura
El queso es uno de los alimentos que no puede faltar en la mesa: se consume solo o se utiliza para enriquecer la mayoría de platos. Ya sea un manchego curado, un suave queso fresco o una cremosa torta del casar, cada variedad requiere un cuidado especial para garantizar su frescura y sabor.
Muchas personas cometen el error clásico de envolver el queso sobrante en film transparente, pero esta acción puede poner en peligro su calidad. El film, de hecho, impide la circulación del aire, creando un ambiente propicio para el desarrollo de moho y alterando el sabor original.
Cómo conservar los quesos curados en la nevera
¿Cómo almacenar el queso de manera óptima sin riesgos para la salud? Existen varios métodos a aplicar según el tipo de queso que se pretenda guardar en el frigorífico. En el caso de los quesos curados y semicurados, el secreto es envolverlos en papel de alimentos: el mejor es el papel parafinado que se suele utilizar en las charcuterías de los supermercados.
Este material es perfecto para permitir que el queso respire sin secarse y manteniendo todas sus propiedades organolépticas. Sin embargo, para conservar quesos como el Parmesano o el Grana Padano, hay que utilizar un paño de algodón ligeramente humedecido: estos alimentos requieren un ambiente fresco pero completamente aislado del aire.
Una vez que te hayas asegurado de envolver correctamente la pieza de queso, deberás colocarla en la parte menos fría de la nevera, que a menudo corresponde al cajón de las verduras, en el espacio donde la temperatura es más estable. De esta manera, garantizamos que la frescura del queso se prolongue hasta varias semanas, evitando el desperdicio y asegurando un sabor siempre perfecto.
Cómo conservar los quesos frescos en la nevera
¿Y cómo tratar los quesos frescos? Para el Burgos, la Mozzarella o el Requesón, la conservación requiere una estrategia diferente. En este caso, es necesario utilizar recipientes de vidrio herméticos, que protegen el producto de la contaminación externa y mantienen el nivel adecuado de humedad.
Los recipientes de plástico pueden considerarse una alternativa válida, siempre que estén libres de BPA y se limpien a fondo antes de su uso. Es fundamental respetar siempre la fecha de caducidad indicada en el envase y consumir estos quesos en pocos días desde su apertura, para disfrutar mejor de su frescura y evitar cualquier tipo de riesgo para la salud de toda la familia.
En España, el queso es un alimento muy presente en la dieta mediterránea. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2021 se produjeron más de 400.000 toneladas de queso en el país. Con una amplia variedad de quesos artesanales e industriales, es importante conocer las técnicas adecuadas de conservación para cada tipo.
Los expertos recomiendan evitar el uso de film transparente para envolver el queso, ya que impide su respiración y favorece la aparición de moho. En su lugar, sugieren utilizar papel parafinado para los quesos curados y semicurados, y recipientes herméticos para los quesos frescos. Siguiendo estos consejos, se puede disfrutar del queso en las mejores condiciones durante más tiempo.