Ni plátano ni uva: esta es la fruta con más potasio que ayuda a calmar los dolores musculares y regular la presión arterial
Conoce los beneficios para la salud de esta fruta originaria de África, rica en fibra, magnesio y antioxidantes
El tamarindo (Tamarindus indica), una fruta tropical originaria de África pero ampliamente cultivada en Latinoamérica y otras regiones tropicales, se ha ganado un lugar destacado en la gastronomía y la medicina tradicional gracias a su peculiar sabor agridulce y sus propiedades beneficiosas para la salud. Además de ser un ingrediente versátil en la cocina, el tamarindo es rico en fibra, magnesio, potasio y antioxidantes, lo que le confiere una serie de ventajas para el organismo.
El consumo de tamarindo puede ayudar a combatir el estreñimiento debido a su alto contenido en fibra, que incrementa el bolo fecal y favorece la expulsión de las heces. Asimismo, su riqueza en magnesio contribuye al buen funcionamiento del sistema nervioso y ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables. La vitamina A y C presentes en esta fruta también fortalecen el sistema inmunitario, lo que puede contrarrestar los síntomas de gripe y resfriados.
El tamarindo supera al plátano en contenido de potasio
Una de las características más destacadas del tamarindo es su alto contenido en potasio, incluso superior al del plátano, un mineral clave en la contracción y relajación muscular. Además, los antioxidantes y saponinas presentes en esta fruta la convierten en un gran aliado contra el colesterol "malo" o LDL (lipoproteínas de baja densidad), lo que se traduce en una mejor salud cardiovascular y la prevención de enfermedades como la aterosclerosis o los infartos de miocardio.
El efecto antiinflamatorio del tamarindo también resulta beneficioso para tratar dolencias como reumatismos, dolor estomacal o tos alérgica. En la medicina tradicional, las hojas del árbol de tamarindo se utilizan para extraer un aceite esencial empleado en el tratamiento de la conjuntivitis.
Usos culinarios del tamarindo
En la gastronomía, el tamarindo se emplea para elaborar bebidas refrescantes, integrar en caldos o sopas, adobar, deshidratar y confitar alimentos, gracias a su particular aroma agridulce que imprime carácter a una gran variedad de recetas.