De rompecabezas a icono pop: el mítico cubo de Rubik cumple 50 años
Desde su creación en 1974, el popular rompecabezas ha vendido más de 450 millones de unidades en todo el mundo
Imagen de archivo del Campeonato Europeo de Cubo de Rubik.
El cubo de Rubik, el popular rompecabezas tridimensional creado por el diseñador húngaro Erno Rubik, celebra su 50 aniversario como un icono del diseño, un juguete que ha cautivado a generaciones y un fascinante objeto matemático. Desde su invención en el Budapest comunista de 1974, el cubo de Rubik ha vendido más de 450 millones de unidades en todo el mundo y ha aparecido en numerosas series, películas y canciones.
La editorial Cinco Tintas ha publicado recientemente en español el libro "El Cubo de Rubik's", un homenaje a este emblemático rompecabezas en su medio siglo de existencia. El propio Erno Rubik escribe el prólogo, en el que habla en nombre del cubo como su padre y explica que ha estado "prácticamente en todas partes", desde aldeas remotas hasta elegantes oficinas, e incluso ha viajado a la estratosfera y a las profundidades del océano.
El libro, narrado a través de cincuenta momentos clave y con numerosas ilustraciones, revela curiosidades como las 43 trillones de variaciones posibles en cada cubo, el ejemplar de oro y piedras preciosas valorado en un millón de euros, y su presencia en la cultura popular, desde "Los Simpsons" hasta "The Big Bang Theory", pasando por temas y videoclips de Génesis o Taylor Swift.
¿Cómo funciona el cubo de Rubik?
El cubo de Rubik consiste en un mecanismo de ejes que permite girar bloques hasta conseguir que cada cara tenga un solo color. Aunque ahora el récord de resolución está en 3,13 segundos, el propio Erno Rubik tardó un mes en ordenar por primera vez su invento. Un equipo de matemáticos determinó años más tarde que cualquier cubo desordenado se puede resolver en un máximo de veinte movimientos.
El libro también incluye algunos capítulos dedicados a aprender los algoritmos más sencillos para resolver el rompecabezas, junto a trucos para hacerlo más rápido, por si a alguien le apetece presentarse a los campeonatos mundiales que se celebran desde 1982. Entre los "cuberos famosos" se encuentran artistas como Justin Bieber, capaz de resolverlo en 90 segundos, o Will Smith y Chris Pratt, que lo hacen en menos de un minuto.
El cubo de Rubik en la cultura popular
Además de su presencia en series y películas, el cubo de Rubik ha sido protagonista de numerosas historias curiosas. Ha acompañado a expediciones a la estratosfera y a lo más profundo del océano, y ha sido utilizado para explorar la creatividad y el aprendizaje. También se han creado versiones de lujo, como el ejemplar de oro y piedras preciosas valorado en un millón de euros.
El cubo de Rubik ha inspirado incluso a artistas musicales. La banda británica Génesis lo incluyó en la portada de su álbum "Duke" en 1980, mientras que la estrella del pop Taylor Swift lo ha utilizado en algunos de sus videoclips. Su influencia se extiende a múltiples ámbitos, desde el arte hasta la educación, pasando por la publicidad y el entretenimiento.
Un reto matemático apasionante
Más allá de su atractivo como juguete y objeto de diseño, el cubo de Rubik encierra un fascinante desafío matemático. Con sus 43 trillones de variaciones posibles, ha sido objeto de estudio por parte de matemáticos y científicos de todo el mundo. Se ha demostrado que cualquier configuración del cubo puede resolverse en un máximo de veinte movimientos, lo que se conoce como el "número de Dios".
El cubo de Rubik también ha servido como herramienta para explorar conceptos matemáticos como la teoría de grupos, la combinatoria y la topología. Ha inspirado investigaciones sobre algoritmos de resolución, inteligencia artificial y robótica. Su estructura y propiedades han fascinado a matemáticos y entusiastas durante décadas, y siguen siendo objeto de estudio y exploración.
Un legado duradero
A lo largo de sus 50 años de historia, el cubo de Rubik ha dejado un legado duradero en la cultura popular, el diseño y la ciencia. Ha desafiado a generaciones de personas a resolver sus misterios, ha inspirado a artistas y ha servido como objeto de estudio para matemáticos y científicos. Su creador, Erno Rubik, nunca imaginó el impacto global que tendría su invención cuando la desarrolló en el Budapest de los años 70.
Hoy en día, el cubo de Rubik sigue siendo un símbolo de ingenio, creatividad y perseverancia. Ha trascendido su propósito original como rompecabezas para convertirse en un fenómeno cultural y un objeto de colección. Nuevas generaciones siguen descubriendo su atractivo y enfrentándose al desafío de resolverlo, mientras que los entusiastas compiten en campeonatos mundiales para demostrar su habilidad y velocidad.
