El embutido de un pueblo de Lleida que hizo feliz al rey Juan Carlos en un restaurante histórico
El Restaurante Hispania de Arenys de Mar, con 70 años de historia, ha seducido paladares ilustres como el del rey Juan Carlos I, Robert de Niro o García Márquez.
El Restaurante Hispania, ubicado en la localidad de Arenys de Mar, Barcelona, es un emblema gastronómico. Con más de 70 años de historia, este restaurante se ha convertido en un auténtico referente de la cocina tradicional catalana, cautivando los paladares más exigentes y acogiendo a personalidades de renombre.
Fundado el 1952 por Rosario Suró y Joaquim Reixach, el Hispania empezó como un modesto bar de carretera. No obstante, con el paso del tiempo y gracias a la dedicación y pasión de sus propietarios, el restaurante fue consolidándose hasta obtener el reconocimiento máximo en el mundo gastronómico: dos estrellas Michelin.
Un viaje por los sabores auténticos de Cataluña
Actualmente, el restaurante está bajo la batuta del chef Raimon Braun Reixach y Marta Aulestia, quiénes han sabido mantener vivo el espíritu y la esencia del Hispania. Su carta ofrece un recorrido por los platos más emblemáticos de la cocina catalana, elaborados con un respeto escrupuloso por las recetas tradicionales y los productos locales de la máxima calidad.
Pero si hay alguna cosa que distingue en el Hispania es su obsesión por la materia prima. Como bien recuerdan las hermanas Paquita y Lolita, auténticas almas del restaurante, no han cambiado nada desde 1952. En una entrevista reciente al programa Col·lapse de TV3, explican que de entre sus platos favoritos hay los huevos fritos, la judía, la escudella y la pelota, elaborados con ingredientes cuidadosamente seleccionados. Sobre esta selección de materia prima las hermanas Reixach Suró hacen de ello bandera, y es que han ido hasta Perpiñán a buscar carne, o a las tierras de Lleida a buscar elaboraciones típicas, como el embutido.
Un restaurante con historia y clientela ilustre
A lo largo de su dilatada trayectoria, el Restaurante Hispania ha tenido el privilegio de servir a una clientela distinguida y variada. Desde estrellas de Hollywood hasta escritores de la talla de Gabriel García Márquez o el músico Xavier Cugat, pasando por políticos como Josep Tarradellas, el establecimiento ha sido testigo de momentos únicos.
Una de las anécdotas más recordadas por las hermanas al programa de TV3 es la visita del rey Juan Carlos I el año 1973. Según relatan Paquita y Lolita, el monarca quedó gratamente sorprendido por la hospitalidad y la calidad de la cocina casera que le ofrecieron. Tanto es así que repitió al día siguiente, deleitámdose con una cazuela de asado de fiesta mayor. "Que feliz he sido cono esta cocina tan casera", expresó el rey emocionado.
Lo que lo hizo especialmente feliz fue una cazuela de asado de fiesta mayor. Y aquí es donde entra la tienda Ca la Mariana de Juneda.
Una tienda de Juneda, proveedor del Hispania
Una de las tiendas y obradores que proveía materia prima en el restaurante Hispania ha sido, a lo largo de los años Ca la Mariana, de Juneda. Allí el restaurante compraba embutidos como la butifarra negra, la blanca, las manitas de cerdo o la longaniza seca, y demás embutidos de calidad que acabaron en la mesa del rey. De las manos de las mujeres que hacían el mandongo de los embutidos de Juneda a la boca real.
Según Josep Colom, responsable de la tienda, el Hispania compró a Juneda hasta poco antes del cierre de la tienda, el año 2023. Ca la Mariana ha provisto restaurantes y establecimientos reconocidos, como el restaurante Freixa de Barcelona o la Tugues de Lleida. Colom también explica que el Hispania compraba aceite al sindicato de Arbeca, llevando una pizca más del sabor de Les Garrigues a los paladares selectos de este restaurante del Maresme.
Pero la carne no ha sido lo único de Juneda que ha probado el rey emérito Juan Carlos. Y es que tal como recordaba recientemente una exposición a Juneda, el caliqueño, producto local que se popularizó sobremanera en Juneda y núcleo de la elaboración de este purito, fue una industria tan potente que llegó incluso a la Moncloa. “Incluso el rey Juan Carlos llegó a fumarlos", recuerdan, a pesar de estar siempre vinculada al estraperlo y a la clandestinidad.
Así, y aunque el caliqueño se elaboró a lo largo de la geografía de Ponent (Torregrossa, Torres de Segre y Fondarella, sobretodo), fue en Juneda donde esta industria, vinculada al contrabando y a la miseria de la posguerra fue más fuerte y prolífica.
No sabemos si el rey Juan Carlos probó más género de Juneda, pero la probabilidad de que probara el embutido y el caliqueño es más que segura.