Así es la misteriosa frecuencia del amor, que armoniza cuerpo y mente
Expertos revelan los efectos asombrosos de los 528 Hz, un tono sanador de la naturaleza
Magic Bowls / Unsplash
Una antigua frecuencia musical está ganando atención en el mundo por sus supuestos poderes sanadores y transformadores sobre el bienestar humano. Se trata de los 528 Hz, conocida como la "frecuencia del amor" y considerada un armónico de la naturaleza.
Según expertos, escuchar música afinada a esta frecuencia nos conecta con las vibraciones naturales, ayudando a equilibrar nuestro ser y vivir en un estado más armonioso. Investigaciones recientes han confirmado que la exposición a los 528 Hz, incluso por sólo 5 minutos, tiene un efecto reductor del estrés especialmente relevante en el sistema nervioso y endocrino.
Una tradición musical curativa
El uso terapéutico de frecuencias específicas no es nuevo. Desde hace siglos, los cantos gregorianos empleaban tonos llamados "solfeggio" estipulados por el monje Guido de Arezzo para generar efectos emocionales en los oyentes, mucho antes de que Hertz diera nombre a su unidad de medida para frecuencias.
Recientemente, investigadores japoneses se enfocaron en estudiar científicamente los supuestos beneficios de la música a 528 Hz. Partiendo de estudios previos que sugerían que los sonidos de alta frecuencia estimulan la síntesis de dopamina y la actividad del sistema nervioso parasimpático, diseñaron un experimento para medir los efectos de esta particular frecuencia.
La ciencia respalda el poder de los 528 Hz
En el estudio, nueve personas escucharon alternativamente música a 528 Hz y a 440 Hz, la frecuencia estándar internacional. Los resultados fueron contundentes: la música a 528 Hz provocó una disminución significativa del cortisol, la hormona del estrés, mientras que no se observaron cambios con la música a 440 Hz.
Además, los participantes reportaron una reducción en la tensión, ansiedad y alteración del estado de ánimo tras escuchar los 528 Hz, efectos que no se presentaron con la frecuencia estándar de 440 Hz. Si bien se habían atribuido diversos efectos a las frecuencias de solfeggio, este estudio proporciona una base científica sólida para respaldarlos.
Más allá de los 528 Hz: la Frecuencia de Dios
Otra frecuencia de solfeggio que ha ganado atención es los 963 Hz, también llamada la "Frecuencia de Dios" o la "Frecuencia de la Unidad". Se cree que esta vibración facilita estados de conciencia elevada y una mayor conexión espiritual.
Quienes incorporan los 963 Hz en prácticas como la meditación o el trabajo creativo reportan una mejora en la agudeza mental y la capacidad de concentración. Esto podría deberse a que las vibraciones sintonizan con las ondas cerebrales o simplemente al efecto de la música ambiental en sí.
El poder vibracional de la música
En general, las frecuencias bajas aportan calma y relajación muscular; las medias favorecen la concentración y memoria; mientras que las altas tienen un efecto energizante y de bienestar emocional-espiritual.
La musicoterapia aprovecha este conocimiento para promover el bienestar. Además, frecuencias como 432 Hz se consideran más armoniosas y beneficiosas que el estándar de 440 Hz, al estimular el hemisferio derecho del cerebro asociado a la creatividad y las emociones.
En definitiva, la ciencia está validando lo que antiguas tradiciones intuyeron: que la música y sus frecuencias tienen un profundo impacto en nuestra psique y salud. Quizás sea hora de afinar nuestras vidas a estas vibraciones curativas.
