La UE impondrá una tasa de reciclaje a las empresas de la moda que frene el “consumo rápido de ropa”
El Consejo de la UE y la Eurocámara también pactan nuevos objetivos de reducción de residuos alimentarios
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Un cartel anuncia rebajas de hasta el 50%.
El Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo provisional para imponer una tasa de reciclaje a las empresas de la moda y hacerlas responsables de sus residuos textiles que frene el “consumo rápido de ropa”. Los dos co-legisladores de la UE han llegado a un pacto la madrugada del miércoles para modificar la directiva de residuos con medidas para reducir los desperdicios que genera el sector textil. Además, el cambio legislativo también prevé nuevos objetivos de reducción de residuos alimentarios para el 2030 con respecto al 2021-2023: un 10% de los residuos de procesamiento y fabricación y un 30% per cápita de los residuos de comercios, restaurantes, servicios de alimentación y hogares.
Será la primera vez que se establezcan objetivos de reducción de residuos alimentarios a nivel de la UE una vez se apruebe la modificación de la directiva. Tanto el Consejo de la UE, donde se sientan los ministros de los 27, y la Eurocámara tienen que validar respectivamente el acuerdo. Entonces, los estados tendrán hasta 20 meses por actualizar sus leyes adaptándose a las nuevas normas.
Nueva tasa a las cadenas de moda
El acuerdo prevé la creación de una nueva tasa en las empresas textiles para “ayudar a financiar la recolecta y el tratamiento” de la ropa que se tira. Una medida que busca abordar la generación de residuos por parte de las cadenas de “moda rápida”. Así los colegisladores europeos quieren evitar que se tiren “productos textiles antes de que lleguen a su vida útil potencial”.
Por eso, esta tasa “dependerá de la sostenibilidad del diseño” de sus piezas. Es decir, que los gobiernos tendrán margen para adaptar las tasas que pagan los fabricantes de ropa según la duración de uso de sus productos.
Desde Bruselas aseguran que las compañías, incluidas las pequeñas, tendrán acceso a “los recursos necesarios y la infraestructura adecuada para tratar los residuos textiles”. Además, las microempresas dispondrán de un año adicional para cumplir con estas obligaciones. Por lo tanto, tres años y medio después de la entrada en vigor de las nuevas normas.