¿Blanco y dorado o azul y negro? Diez años después del debate viral sobre el color de un vestido, la ciencia da la respuesta
La fotografía de un vestido publicada en redes sociales generó un intenso debate sobre la percepción del color

El post original, con la imagen del vestido, en la red social Tumblr.
Una simple fotografía de un vestido compartida en redes sociales hace 10 años, desató un intenso debate a escala mundial sobre la percepción del color. La imagen, publicada por una usuaria de Tumblr, mostraba un vestido que para muchas personas era blanco y dorado, mientras que otros lo veían azul y negro. ¿La pregunta "Es blanco y dorado, o azul y negro?" convirtió #TheDress en trending topic global, dividiendo la humanidad en dos mitades aparentemente irreconciliables, hasta el punto que numerosos famosos participaron en el debate a través de las redes sociales, posicionando en uno u otro bando. Mientras que Justin Bieber y Taylor Swift defendían que el vestido era azul y negro, otros como Anna Kendrick o Julianne Moore aseguraban verlo blanco y dorado.
Aunque el vestido es en realidad azul y negro, como ha demostrado una fotografía del mismo modelo hecha con un fondo neutro y ha confirmado la propia marca, Roman, el fenómeno generó una gran curiosidad sobre los mecanismos de la visión humana. Según han explicado varios neurocientíficos a Buzzfeed News, la respuesta se encuentra en el cerebro y no en las células de los ojos. La percepción cromática del vestido depende de cómo nuestro cerebro interpreta el contexto en que se encuentra el observador, influido por factores como la iluminación, el contraste de la pantalla, el entorno previo o incluso aquello que se ha visto justo antes.
En definitiva, se trata de una ilusión óptica basada en la luminancia, que es la combinación de la cantidad de luz que incide sobre un objeto y la que se refleja fuera de su superficie. Una encuesta realizada por Buzzfeed muestra que tres cuartas partes de los participantes ven el vestido de color blanco y dorado.
La percepción del color, un fenómeno complejo
La percepción del color es un proceso neurológico complejo en el cual intervienen varios factores, tanto físicos como cognitivos. Los ojos captan la luz reflejada por los objetos y la transforman en señales eléctricas que el cerebro se encarga de interpretar. No obstante, esta interpretación no depende únicamente de la longitud de onda de la luz, sino también del contexto en que se produce la observación.
El cerebro humano tiene una gran capacidad para adaptarse a diferentes condiciones de iluminación y hacer constantes ajustes para mantener la constancia del color. Eso permite reconocer los colores de los objetos de manera estable, independientemente de si están bajo luz natural o artificial, a la sombra o expuestos directamente al sol. Sin embargo, en situaciones ambiguas o poco habituales, como en el caso del vestido viral, estos mecanismos pueden generar percepciones divergentes.
Además de la luminancia, otros factores que influyen en la percepción del color son el contraste simultáneo (la influencia de los colores adyacentes), la memoria del color (las experiencias previas con los colores de los objetos) o las diferencias individuales en la sensibilidad de los conos (las células receptoras de la retina). Todo hace que la percepción del color sea un fenómeno subjetivo y, en ocasiones, sorprendente, como ha quedado patente con el debate generado por este vestido.