Más de la mitad de españoles no duerme lo necesario para mantener la salud
Un 48% de adultos no consigue un sueño de calidad y uno de cada tres se levanta sin sensación de descanso, según revelan los últimos datos médicos

Dormir mal no solo genera fatiga, sino que también altera procesos hormonales que regulan el apetito y el metabolismo.
El panorama del descanso nocturno en España atraviesa una situación preocupante. Según los últimos datos publicados por la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 54% de la población adulta española duerme menos horas de las recomendadas para mantener una buena salud. Esta cifra, revelada con motivo del Día Mundial del Sueño, pone de manifiesto una problemática que los expertos califican ya como un asunto de salud pública.
El estudio destaca otro dato igualmente alarmante: el 48% de los adultos no disfruta de un sueño de calidad y uno de cada tres españoles se despierta con la sensación de no haber descansado lo suficiente. Estas cifras suponen un serio riesgo para la salud de millones de personas en nuestro país.
Consecuencias de no dormir lo suficiente: un riesgo para la salud
La doctora Celia García, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN, advierte que la mayoría de la población necesita entre 7 y 9 horas diarias de sueño para encontrarse descansada. "Menos del 5% de la población se podría catalogar como 'dormidor corto', personas a las que les basta con 5 o 6 horas para sentirse bien. Para el resto, es imprescindible dormir más tiempo", explica la especialista.
No alcanzar estas horas recomendadas puede provocar efectos tanto a corto como a largo plazo. En el día a día, se traducen en problemas de atención, menor productividad, irritabilidad y mayor riesgo de accidentes. Sin embargo, las consecuencias a largo plazo resultan aún más preocupantes: aumenta significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas como obesidad y diabetes, hipertensión, problemas de colesterol y triglicéridos.
Las investigaciones científicas han demostrado que la falta de sueño también incrementa el riesgo de sufrir enfermedades vasculares como ictus o infartos, patologías neurodegenerativas como el Alzheimer, trastornos mentales como la depresión, e incluso está vinculada a una mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer.
¿Qué define un sueño de calidad?
Los expertos de la SEN subrayan que un descanso adecuado debe cumplir tres requisitos fundamentales: duración suficiente (entre 7 y 9 horas para adultos), regularidad acorde con nuestro ritmo circadiano, y continuidad sin interrupciones que permita completar todas las fases del sueño (ligero, profundo y REM).
"Cuando nuestro sueño no tiene la duración adecuada, cuando los horarios varían excesivamente o nos despertamos con frecuencia, ya no estamos descansando como deberíamos", señala la doctora García. Estas alteraciones impiden que el organismo realice correctamente sus procesos de recuperación física y mental durante la noche.
Hábitos nocivos que están arruinando nuestro descanso
Un reciente estudio de la SEN sobre los hábitos de sueño de los jóvenes españoles revela comportamientos preocupantes: más del 60% se quita horas de sueño voluntariamente para actividades de ocio o interés personal, y más del 80% utiliza dispositivos con pantalla en la cama antes de dormirse.
La situación no mejora en otros grupos de edad. Solo el 33% de las mujeres españolas duermen, entre semana, al menos 7 horas. Por su parte, más del 50% de los mayores de 65 años padecen algún trastorno del sueño, bien por cambios fisiológicos propios de la edad o por alteraciones relacionadas con enfermedades y sus tratamientos.
Los especialistas recomiendan priorizar el descanso incorporando buenos hábitos como realizar ejercicio regularmente, evitar comidas copiosas, alcohol y tabaco antes de dormir, gestionar el estrés y limitar el uso de dispositivos electrónicos en las horas previas al sueño. También aconsejan adecuar el entorno para que sea confortable, silencioso y oscuro.
Trastornos del sueño: una realidad para millones de españoles
Más allá de los malos hábitos, la SEN estima que más de 4 millones de españoles padecen algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave. El insomnio, la apnea obstructiva del sueño, los trastornos del ritmo circadiano, el síndrome de piernas inquietas, diversas parasomnias, el trastorno de conducta durante el sueño REM, la narcolepsia o la hipersomnia idiopática son los más frecuentes entre la población española.
La doctora García hace un llamamiento a consultar con profesionales ante problemas persistentes de sueño: "Es fundamental evitar la automedicación. Muchos remedios, incluso los vendidos sin receta, no resultan curativos y pueden empeorar la situación a largo plazo. El paciente con un trastorno del sueño merece una atención médica rigurosa que permita diagnosticar correctamente y ofrecer tratamientos basados en evidencia científica".