El papa Francisco, de alta tras 38 días de ingreso hospitalario

El papa Francisco recibió ayer el alta médica en “condiciones clínicas estables” tras 38 días ingresado en el Hospital Gemelli de Roma. El Pontífice salió en silla de ruedas al mediodía a uno de los balcones del centro desde donde saludó y agradeció la asistencia de miles de fieles. “Gracias a todos. Veo a esta señora con las flores amarillas. Brava”, dijo con la voz muy debilitada, levantando el dedo pulgar y señalando un ramo de rosas que llevaba una mujer, Carmela, de Calabria, que estuvo rezando por el papa durante su hospitalización. Antes de retirarse de la ventana de la segunda planta, pudo apreciarse cómo aún seguía afectado por la tos. Poco después, el pontífice abandonó el centro hospitalario en un vehículo blanco sentado en el lado del copiloto, en dirección a la residencia de Santa Marta en el Vaticano, saludando desde el interior.

Francisco, de 88 años e ingresado desde el pasado 14 de febrero a causa de una insuficiencia respiratoria aguda debido a una infección polimicrobiana, sufrió desde entonces varios cuadros clínicos, como una neumonía bilateral severa. “La vida del Santo Padre ha corrido peligro. Las terapias farmacológicas, el suministro de oxígeno de alto flujo y la respiración mecánica no asistida hicieron que registrase una lenta pero progresiva mejora haciendo salir al Santo Padre de los episodios más críticos”, según los médicos.

Debido a sus dificultades para hablar, el texto del Ángelus se volvió a difundir por escrito y en él Francisco se mostró “entristecido” por los intensos bombardeos sobre Gaza y reclamó “el cese inmediato de las armas” y “un alto el fuego definitivo”.