ENTREVISTA LA 1
“El beso con Eva González fue la envidia de España”
El piragüista leridano, de 33 años, ganador de 4 medallas olímpicas (dos de oro) y 7 en Mundiales, ha añadido a su palmarés un premio de talento culinario partiendo de cero
Un programa de cocina le ha hecho más famoso que sus cuatro medallas olímpicas.
Sí, la verdad es que es un público diferente al que estoy acostumbrado. Esto lo ven desde niños hasta gente mayor y gracias a Masterchef han podido conocer mi palmarés y otra faceta mía. Estoy muy orgulloso de mi paso por este programa.
Todo lo que toca se convierte en oro. Es un competidor nato...
Cuando me pongo un reto o un objetivo en la cabeza me dejo la piel. El deporte me ha servido para afrontar este reto porque yo la verdad es que no tenía ni idea de cocinar. Platos de cuchara, de lentejas o fabada o escudella, solo los veía en el plato cuando me los comía. He tenido que partir de cero.
¿Este año le tocará hacer la comida de Navidad a toda su familia?
Mi familia ya lo da por hecho, que me tocará hacer el menú de Navidad (risas). Igual hago otra vez el menú que hice en la final, lo que pasa que cocinar veinte becadas va a ser complicado. Pero seguro que hago algo bonito, en que haya técnicas como esferificaciones, espumas y cosas que he aprendido para que lo disfrute toda mi familia.
Todo el mundo coincide en que ha sido una edición divertida.
Sí, yo también lo pienso y la prueba está en las audiencias espectaculares que ha habido. Creo que la gente también tenía ganas de eso, de divertirse, de desconectar un poco la mente debido a tanta noticia de crispación, mal ambiente y mal rollo...Creo que la gente necesita poner la televisión y ver a 12 personas que se llevan genial, sin apenas roces y con muy buen feeling. Personalmente me llevo a once amigos. Nunca llegué a pensar que sería amigo de Sílvia Abril, Edu Soto o José Corbacho, que era gente que veía por la tele.
¿Siguen manteniendo contacto todos los concursantes?
Sí, tenemos grupo de WhatsApp y cada poco nos vemos. Hemos creado un vínculo y ya están pensando todos en ir a verme a los Juegos de Tokio en 2020.
Al principio entre tanto actor cómico, usted, que es más bien tímido, ¿no se sentía un poco cortado?
Sí [risas]. La primera semana de grabación me decía pero ¡qué pinto yo entre esta gente! Me veía el más raro de todos y con el paso de las semanas me di cuenta de que era el único normal allí [risas].
Una de las anécdotas más comentadas fue su beso con la presentadora Eva González. ¿Cómo se lo tomó su mujer Celia?
Casi me cuesta el divorcio [carcajada]. No, la verdad es que vimos juntos la escena y nos reímos mucho. Fui la envidia de España ese día [risas].
¿Le ha pasado por la cabeza montar algún día un restaurante?
La vida da muchas vueltas, de momento estoy centrado en entrenar y buscar la quinta medalla en Tokio. Pero ¿por qué no? Me gusta mucho esto y la verdad es que el programa me ha despertado la pasión por la cocina. Ya veremos [risas].