Ana Obregón vende su casa de Marbella y rompe la promesa que le hizo a Aless

Ana Obregón, famosa actriz y presentadora, ha tomado la difícil decisión de vender su emblemática residencia en Mallorca, conocida como "El Manantial". Esta propiedad, llena de recuerdos y con un gran valor emocional, salió al mercado con un precio inicial de 35 millones de euros. Sin embargo, debido al interés generado, el precio fue retirado del anuncio por la inmobiliaria encargada de la venta. Expertos en el sector estiman que la mansión podría alcanzar un valor de hasta 40 millones de euros.

La mansión, con una extensión de 8.000 metros cuadrados, ofrece vistas panorámicas al mar y cuenta con siete dormitorios de lujo. Más allá de sus características arquitectónicas, "El Manantial" es un lugar cargado de significado para la familia García-Obregón. La propiedad fue construida en los años 60 por el padre de Ana Obregón y ha sido durante décadas el punto de encuentro familiar. Tras la pérdida de su hijo, Aless Lequio, la mansión se convirtió en un refugio emocional para Ana, quien había prometido no desprenderse nunca de ella.

A pesar de esa promesa, Ana ha decidido reconsiderar su posición debido a varias razones. Aunque en un principio se especuló que la venta se debía a la necesidad de liquidez, fuentes cercanas afirman que la verdadera motivación es la comodidad. Con la venta de la mansión, Ana y sus cuatro hermanos podrán adquirir propiedades individuales, facilitando la organización de sus vacaciones y evitando las complicaciones de compartir la casa familiar.

Desde el fallecimiento de los padres de Ana, la dinámica familiar ha cambiado. La mansión, que solía ser el centro de los veranos familiares, ya no tiene el mismo papel de unión que en el pasado. Actualmente, los hermanos organizan sus vacaciones en periodos diferentes, lo que ha reducido la sensación de cohesión familiar que caracterizaba sus veranos. Además, los elevados costos de mantenimiento de la propiedad también han influido en la decisión de venderla.

Javier García Obregón, uno de los hermanos de Ana, está a cargo de las negociaciones para encontrar un comprador adecuado. Aunque no ha sido sencillo llegar a un acuerdo entre los cinco hermanos, finalmente han decidido que vender la mansión es la mejor opción para todos.

Para Ana Obregón, la decisión ha sido particularmente dolorosa, no solo por los recuerdos ligados a la mansión, sino también por la promesa que le hizo a Aless de no venderla. Fue en "El Manantial" donde Ana completó la escritura de "Musarañas", el libro que su hijo comenzó antes de fallecer y que narra su lucha contra la enfermedad. A pesar de todo, Ana ha decidido que es el momento de cerrar este capítulo de su vida y seguir adelante, manteniendo siempre vivo el recuerdo de su hijo en su corazón.