Crítica de 'Respira': el nuevo drama médico de Netflix que promete, pero no sorprende
Una serie entretenida que aborda temas complejos, pero se pierde en clichés y en tramas predecibles.
El 30 de agosto se estrenó en Netflix la serie "Respira", dirigida por Carlos Montero, creador de "Élite". Esta nueva ficción cuenta con un elenco liderado por Blanca Suárez, Manu Ríos, Najwa Nimri, Aitana Sánchez-Gijón y Borja Luna. La serie tiene ocho episodios de 50 minutos cada uno y se desarrolla en el hospital ficticio Joaquín Sorolla, en Valencia.
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Aunque la serie resulta entretenida y los actores ofrecen interpretaciones sólidas, a veces parece abarcar demasiados temas, desde situaciones surrealistas en un hospital público hasta los complejos problemas personales de los protagonistas. La rapidez con la que suceden los eventos hace difícil seguir la coherencia de la trama, y algunos temas importantes, como la privatización de la sanidad o las agresiones sexuales, acaban tratándose de manera superficial y sensacionalista.
Los seis o siete personajes principales se ven envueltos en una serie de situaciones cada vez más absurdas. Con el hospital en crisis, los médicos parecen más preocupados por sus problemas personales que por sus pacientes. Jessica (Blanca Suárez) y sus colegas se enfrentan a momentos traumáticos, pero el enfoque en sus vidas personales deja poco espacio para la atención a los pacientes.
Las historias de los personajes están tan entrelazadas que a veces resultan inverosímiles. Un ejemplo es el caso de una joven que alega haber sido violada, cuyo informe es falsificado solo para descubrir que el presunto agresor es el hijo de la doctora que la atendió. Esta coincidencia parece forzada y poco creíble.
El tratamiento del feminismo en la serie también es problemático. En el caso de Joana, una adolescente que denuncia una violación, solo Leo (Ana Rayo) cree en su versión, al punto de falsificar pruebas para inculpar al agresor. Pero todo cambia cuando descubre que el acusado es su propio hijo, y Leo hará cualquier cosa para protegerlo, incluyendo pedirle a una colega que mienta en el juicio. Lo más llamativo es que May, una médica musulmana y lesbiana, es la única que duda de la versión de la víctima, lo que parece un comentario desafortunado dado el contexto actual en España.
Muchos problemas para tan pocos personajes
Netflix parece obsesionado con el tema de las denuncias falsas, repitiendo patrones vistos en otras producciones como "Express". Este enfoque no es ni progresista ni entretenido, sino morboso y poco apropiado, especialmente en un país donde la violencia de género es un tema tan grave. La serie parece más interesada en el espectáculo que en una representación realista y educativa de la problemática.
Najwa Nimri, aunque talentosa, ofrece un papel que ya hemos visto antes. Su personaje, Patricia Segura, presidenta de la Generalitat valenciana, es una política de derecha que convierte su lucha contra el cáncer en un show mediático. Aunque Nimri brilla en su interpretación, su personaje parece una repetición de papeles anteriores.
La trama en "Respira" es a veces demasiado intensa, recordando a las películas de sobremesa de los sábados o a series como "Rex". Con un enfoque polarizado y un guion simplista, la serie avanza a un ritmo frenético sin profundidad en lo médico ni en lo personal. Como resumen de una crítica en Filmaffinity, la serie es un pasatiempo atropellado que no destaca ni en lo médico ni en lo social, y quizás necesite "tomarse un respiro" antes de su segunda temporada.
La salud mental y las enfermedades de transmisión sexual también están presentes en la serie. En un episodio, un personaje trata de consolar a su amante, que ha contraído SIDA en una orgía. Este amante resulta ser el hijo de Pilar, una de las doctoras principales. La serie aborda estos temas desde un enfoque superficial y sensacionalista, similar a lo visto en "Élite", con drogas y sexo sin protección presentados como aventuras excitantes.
El enfoque en los médicos y los políticos deja de lado a otros colectivos importantes en el hospital. Enfermeras y celadores apenas tienen visibilidad, lo que refuerza la idea de que la serie se centra en un solo grupo. Muchos espectadores critican este enfoque limitado, comparándolo con series como "Anatomía de Grey" que hacen lo mismo, priorizando el drama personal sobre una representación más completa del entorno hospitalario.
¿La mala del cuento es Blanca Suárez?
Blanca Suárez interpreta a Jésica, una doctora con un idilio furtivo con Biel, un residente más joven. Aunque Suárez lo hace bien en su papel, la trama es predecible y no ofrece nada nuevo. La relación entre ambos parece seguir un patrón clásico, con poco desarrollo profundo. La serie deja muchos temas importantes en el aire, y aunque puede entretener, no logra dejar una impresión duradera.
En resumen, "Respira" es una serie entretenida, pero no destaca por sus guiones ni por su trama. Es una serie más de médicos, con fallos que esperamos se corrijan en la segunda temporada ya confirmada.
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