Shakira y Piqué en guerra por la venta de su casa en Barcelona

La separación entre Shakira y Gerard Piqué continúa siendo un tema de interés mediático, a pesar de que ambos han decidido seguir caminos diferentes. Aunque han llegado a acuerdos importantes, especialmente en lo relacionado con la custodia de sus hijos, las tensiones entre ellos persisten. Un asunto que aún no han resuelto es la venta de la lujosa casa que compartieron en Esplugues de Llobregat, Barcelona. Esta residencia, que alguna vez fue un símbolo de su vida en común, ahora representa un pasado que ambos desean dejar atrás.

Después de que Shakira lograra llevarse a sus hijos a Miami tras llegar a un acuerdo con Piqué, la necesidad de mantener la propiedad en Barcelona disminuyó para la cantante. Sin embargo, el proceso de venta ha resultado ser más complicado de lo que esperaban. A pesar de que la mansión, con 3.800 metros cuadrados y múltiples lujos, como un gimnasio, biblioteca, bodega, piscina y canchas de fútbol y pádel, está en el mercado, todavía no ha encontrado un comprador dispuesto a pagar los 14 millones de euros que se piden por ella.

Según el periodista Miguel Valls, en el programa Espejo Público, Piqué habría propuesto rebajar el precio de venta a la mitad, al considerar que ese es el valor real de la propiedad. No obstante, Shakira se habría negado a bajar el precio, lo que según Valls, demuestra su intención de dificultar el proceso de venta. Mientras tanto, tanto Shakira como Piqué continúan utilizando la casa cuando están en Barcelona por motivos personales o laborales.

Lo que ha generado más curiosidad es la incomodidad que genera la convivencia indirecta en la mansión. Como no han logrado venderla, ambos la ocupan por turnos. Aunque no coinciden físicamente, esta situación ha generado momentos incómodos, especialmente para Shakira. La cantante, quien tiene una fuerte aversión hacia Clara Chía, la actual pareja de Piqué, ha dado estrictas instrucciones a su personal para eliminar cualquier rastro de la joven cuando ella esté en la vivienda. Se asegura de que todo lo que haya estado en contacto con Chía, como sábanas, cojines y cubiertos, sea reemplazado.

Cada vez que Shakira visita la casa, exige que se renueve todo lo relacionado con Piqué y su novia, mostrando así la tensión que aún persiste en esta compleja separación.