Érase un incesto lésbico y una esposa manipuladora en 'Gran Hermano'
Lucía y Silvia se harán pasar por novias, mientras Vanessa prefiere vivir la aventura sola. "Ojalá te vayas mañana", le ha dicho a su marido, Javier.
Se está quedando un concurso precioso, aunque con más tintes de La isla de las tentaciones que de Gran Hermano, las cosas como son. Tenemos a Laura detrás de Manu y a Manu pasando de ella mientras le pide que siga demostrando sus sentimientos.
El DJ es como el perro del hortelano y no se atreve a decirle a su compañera que le parece demasiado intensa para su sencillo corazón. Por otro lado, Edi y Ainara (Violeta) avanzan en su relación con demasiadas dudas. Él cree que ella oculta algo, lo que no sabe es que la muchacha conoce ya a media casa. Por último, Maica y Adrián continúan con su tonteo, aun sabiendo que pegan menos que Tamara Falcó y Melendi.
Mellizas "enamoradas"
Mientras Jorge sigue inventándose su vida entera en la casa secreta, Lucía y Silvia tuvieron la oportunidad de visitar a escondidas la casa oficial. Allí conocieron a Nerea, quien aprobó su coartada asegurando que todos en la casa se creerán que son pareja. "Así mejor, más salseo", decía la novia de Luis Diego, todavía asimilando que su novio había compartido casa con las mellizas.
Y entre líos de faldas y romances a fuego lento, Óscar sigue gritando a los cuatro vientos que quiere algo con Ruvens, mientras este piensa que solo le utiliza para librarse de la expulsión.
El primer salvado
Elsa, Edi y Manu se convirtieron en big bros gracias a su esfuerzo en la prueba de escalada. El trío tenía el poder de salvar a un nominado y Ruvens fue el elegido para librarse de la sala de expulsión el próximo jueves.