Entrevista a Rodrigo Vàzquez
"Llegar a los 1.000 programas es un logro en el mundo de la televisión actual"
El presentador gallego hace balance con ‘Supertele’ del éxito de ‘El cazador’ en las tardes de Televisión Española.
Rodrigo Vázquez acaba de celebrar las 1.000 emisiones de El cazador en las tardes de La 1 (19:30 horas). Todas las emisiones han sido producidas por Mediacrest, aunque la nueva temporada se trasladará a ITV Studios.
El programa se estrenó el 10 de febrero de 2020 con Ion Aramendi al frente. Vázquez asumió el rol de presentador en 2022, consolidándose como maestro de ceremonias en un formato que se ha convertido en un bastión de la programación de Televisión Española en la franja de tarde. Este concurso se enfrenta a otros populares como Pasapalabra, ¡Boom! y Reacción en cadena.
Supertele ha hablado con Vázquez para hacer un balance de las cien entregas que ha presentado. Tambiénha reflexionado sobre lo que este concurso ha significado para su carrera.
Habéis superado una cifra muy significativa, 1.000 emisiones, que no lo logra cualquier formato... Es una cifra muy bonita, y más en los tiempos que corren en este mundo de la televisión en el que todo es tan efímero. Estamos en el mundo de la dopamina, en el que todo llega rápido, pero también se va velozmente. Que El cazador haya aguantado todos estos años en la parrilla con más de mil emisiones, y que yo haya hecho más de la mitad, es todo un orgullo. Estoy muy agradecido a la cadena y a la productora que, en su día, confiaran en el formato y en mí.
En el programa 1.000 participaron concursantes muy experimentados como Marta Terrassa, Montse Cano, Luis de Lama y Nacho Mangut. ¿Notaste la diferencia entre su experiencia y los participantes novatos que también van otros días a El cazador? Estos súper concursantes, que están en un par de escalones por debajo de los cazadores que tenemos en el programa (Erundino Alonso, Paz Herrera, Ruth de Andrés, Lilit Manukyan y Orestes Barbero), tienen ya muchas horas de plató, de televisión y saben lo que es enfrentarse a muchas baterías de preguntas y cuestionarios.
Les ves con otros andares cuando llegan, tienen mucha capacidad para templar los nervios, para razonar… porque, muchas veces, no solo es saberse las preguntas, es dar con la respuesta correcta y, para eso, es necesario deducir, razonar, intuir...
Y sí que a la gente que tiene un mayor bagaje televisivo y que ha estado en más concursos se les nota. Tienen otras armas, por así decirlo, que los novatos. Para mí es un placer haber compartido plató con concursantes experimentados como ellos.
Después de tantos programas, ¿te ves capaz de derrotar a alguno de los cazadores? Mi papel no es ese, ya que las preguntas las hago yo. Lo que tengo que hacer es dinamizar el programa, darle ritmo, hacer que estén cómodos, que tengan unos buenos duelos con los concursantes. Yo estoy para otras cosas. En un concurso de preguntas y respuestas no podría con ellos, pero al pádel, al tenis o jugando a la videoconsola sí que les ganaría (risas).
¿En qué has cambiado después de tantos años al frente de El cazador? Sobre todo he notado que ha crecido el vínculo que tengo con todo el equipo por tantas horas de emisión y con el formato, que ya lo conocía (la versión original es británico y se llama The Chase) antes de que se emitiese en Televisión Española. Me siento más cómodo y lo podría comparar como cuando llevas conduciendo un coche mucho tiempo, que al más mínimo ruido que escuchas ya sabes qué falla.
¿Qué consejo le darías a ese Rodrigo que llega por primera vez al plató de El cazador para ponerse al frente del concurso? Que desde el primer programa siempre tiene que haber miel y propóleo, por si acaso, para cuidar la voz. Cuando tenemos grabaciones muy intensas, como nos ha pasado en algunos periodos de la producción, hay que ser precavido y cuidar la garganta y la voz. El cazador es un programa que exige leer rápido, también desgasta y hay tener un mayor cuidado físico. Por suerte, no he tenido ningún problema con la voz, que haya fallado por cansancio y haya tenido que dejar de grabar, pero es porque soy muy precavido y la cuido. Es nuestra principal arma y la tenemos que cuidar.
¿Qué crees que te ha aportado El cazador como persona y como presentador? Abrir la puerta en Televisión Española te da la oportunidad para trabajar en un canal que es más que un canal de televisión. Para mí es una escuela. Toda la gente que me he encontrado en el camino, desde mi primer paso en televisión allá por 2008, eran personas que bien habían trabajado directamente en Televisión Española o que habían trabajado con otras que habían pasado por RTVE. Los maestros de la televisión en España, de todas las cadenas, han pasado en algún momento por aquí o han aprendido en algún momento de gente que ha estado en Televisión Española.
Es bueno tener la oportunidad de trabajar para la catedral de la televisión en España. Me hizo mucha ilusión cuando me llamaron y me siento muy orgulloso de tener oportunidad de trabajar para esta casa durante el tiempo y que ellos quieran contar conmigo. ¿Personalmente? La oportunidad de poder trabajar y disfrutar desde dos ciudades, de vivir un poco a caballo entre Galicia y Madrid, porque te da tiempo a quedarte con lo bueno de ambas partes, difuminándose lo malo.
¿Qué te gusta hacer para desconectar de la televisión? Antes me gustaba jugar a la videoconsola, pero no tengo tiempo, y el poco libre lo dedico a cocinar, –mi plato estrella es el rape al horno– y a tocar la guitarra, que me sirve como mecanismo antiestrés, además de mi “juguete” favorito. También ver al Deportivo de La Coruña en el estadio de Riazor.