Paula Vázquez habla sin tapujos sobre su vida íntima y los retos que ha superado

Paula Vázquez, con 49 años, se ha mostrado más abierta que nunca al hablar de temas íntimos y momentos difíciles en el podcast Estirando el chicle. La presentadora, conocida por su naturalidad, reflexionó sobre sus relaciones, experiencias laborales y cómo el estrés llegó a afectarla profundamente. Entre sus declaraciones, destaca cómo superó una “depresión grotesca” causada por el ritmo frenético de la televisión.

Paula recordó cómo los paparazzis marcaron una etapa de su vida, especialmente en los tiempos previos a las cámaras digitales. Aunque afirma que nunca le preocupó demasiado ser captada, confesó que vivió años de “psicosis” por la constante atención mediática. "Me pillaron muy pocas veces para lo que yo he sido", dijo entre risas, rememorando anécdotas donde incluso se la fotografió junto a familiares, generando rumores infundados.

La presentadora también reflexionó sobre la doble vara de medir entre hombres y mujeres en cuanto a su vida personal. “Todavía hoy se juzga a las mujeres con muchas parejas sexuales”, lamentó. Este tipo de estereotipos, asegura, han condicionado la carrera de muchas mujeres en los medios.

Uno de los momentos más reveladores de la charla fue cuando Paula habló sobre el impacto del trabajo en su salud mental. Desde los 17 hasta los 30 años, asegura que su vida estuvo completamente consumida por la televisión. Esa presión constante la llevó a un estado físico y emocional crítico: "Se me empieza a caer el pelo, y me sentía como si estuviera muriendo". Sin embargo, encontró el apoyo necesario para salir adelante. "Seguir yendo al psicólogo es un regalo de los dioses", afirmó.

Paula también compartió detalles sobre su vida sexual y los desafíos que enfrentó. En 2011 sufrió un embarazo ectópico, una experiencia que influyó en su decisión de congelar sus óvulos en 2015. A sus 50 años, se siente plena y dispuesta a explorar nuevas etapas: “Ahora estoy que me vuelvo loca”, confesó entre risas. Además, habló de sus preferencias en la intimidad, marcadas por una mala experiencia en el pasado, aunque asegura que ahora lo ve desde otra perspectiva.

Paula se muestra agradecida por el aprendizaje que ha obtenido a lo largo de los años, tanto en lo personal como en lo profesional. Sus confesiones no solo revelan su resiliencia frente a las adversidades, sino también su compromiso por visibilizar la importancia de cuidar la salud mental.