Lleida, naturaleza en estado puro
El territorio de Lleida sobresale por su exuberante naturaleza, desde los impresionantes y majestuosos parajes del Pirineo a las pintorescas tierras de la llanura
Después de año y medio en pandemia, parece ser que todos hemos empezado a valorar mucho más el aire puro, la naturaleza y la libertad que va arraigada en ella. Tenemos ganas de correr, de andar charlando con los amigos, de estar con poca gente y de sentir los pájaros y el aire fresco en la cara. Tenemos ganas de esas cosas sencillas que siempre han estado ahí, pero que de una manera u otra nos quitaron. Unas cosas sencillas que no estan demasiado lejos. El territorio de Lleida sobresale por su exuberante naturaleza, desde los impresionantes y majestuosos parajes del Pirineo a las pintorescas tierras de la llanura. Una calidad inerte en sus tierras que ahora tiene un valor añadido debido a la especial coyuntura social provocada por la COVID-19. Los últimos estudios elaborados a partir de la pandemia destacan que actualmente una parte importante de los visitantes busca sobre todo espacios abiertos y no masificados. Por esto la búsqueda de encontrar el lugar de vacaciones con distanciamiento social, ha encontrado un buen encaje en los espacios abiertos que ofrecen las comarcas de Lleida: el lugar ideal para encontrar tranquilidad, un contexto saludable y naturaleza en estado puro.
La calidad natural de los parajes leridanos, enmarcado en un entorno paisajístico único, está avalada por varios sellos internacionales, como el certificado de Reserva y Destino Turístico Starlight, otorgado por la Fundación Starlight (vinculada a la UNESCO), a la zona del Montsec y al Parc Nacional d'Aigüestortes i l'Estany de Sant Maurici (reconocimiento que se otorga a zonas que adaptan medidas de protección y tienen unos niveles de calidad excepcionales, así como los que impulsan el turismo astronómico); o la declaración de la Conca de Tremp-Montsec como Geoparque mundial de la UNESCO, una distinción que reconoce la riqueza geológica y paleontológica y el patrimonio natural, histórico y cultural de este territorio.
Las montañas del Pirineo leridano
La zona del Pirineo leridano, con sus espectaculares e impresionantes picos y valles contiene un mosaico de distintos lagos, una vegetación y una fauna fascinante: osos pardos, rebecos, ciervos, marmotas al urogallo, águilas reales quebrantahuesos.
Esta riqueza natural que caracteriza la zona se expone en los tres parques naturales hay: el Parc Nacional de Aigüestortes i l’Estany de Sant Maurici —el único parque nacional de Catalunya—, el Parque Natural del Alt Pirineu y el Parque Natural del Cadí-Moixeró. Además, el territorio alberga muchos otros espacios naturales de interés, como la Reserva Natural de Caza del Boumort, el desfiladero de Mont-rebei o el lago de Ivars y Vila-sana.
A todo esto, cabe añadir la singularidad de la arquitectura de montaña, donde podemos encontrar piedra, madera y pizarra, con destacadas manifestaciones artísticas como la arquitectura románica del conjunto de templos románicos de la Vall de Boí, declarado Patrimonio de la Humanidad: unas iglesias únicas en medio de un valle de altas montañas: una imagen digna de postal.
Paisajes vinícolas
A parte de estos parajes hay espacios de nueva creación habilitados en áreas agrícolas como Raimat Natura, recientemente inaugurado, un gran espacio natural y de ocio situado entre viñedos, cerca de la ciudad de Lleida. Paralelamente la Ruta del Vino de Lleida propone un viaje de experiencias únicas de la mano de 43 bodegas, con cepas plantadas desde los 200 metros a más de 1.000 metros de altitud en el Pirineo, que se traducen en unos vinos de lo más especiales.
El prepirineo
El Prepirineo es una zona de grandes embalses comunicada con la capital, Lleida, por el panorámico Tren de los Lagos. Un territorio ideal para practicar el turismo científico e industrial en familia, como lo demuestran los yacimientos de dinosaurios de la Conca Dellà, el conjunto de equipamientos hidroeléctricos de la Vall Fosca, el Centro de Observación del Universo (COU), que aprovecha las privilegiadas condiciones de la zona para observar el cielo nocturno, o la propia sierra del Montsec, meca de los aficionados a la geología.
Los más icónicos
El Parc Nacional d'Aigüestortes i l'Estany de Sant Maurici tiene una superficie de 14.199 hectáreas más 26.733 hectáreas de zona periférica, y está repartido entre 10 municipios de las comarcas del Pallars Sobirà, el Pallars Jussà, la Alta Ribagorça y la Val d’Aran. Este espacio natural es único por la majestuosidad de sus paisajes y por la riqueza de la flora y la fauna que alberga, así como por los casi 200 lagos naturales de montaña y las cumbres con altitudes cercanas a los 3.000 metros.
Con casi 70.000 hectáreas, el Parc Natural del Alt Pirineu es el más extenso de Cataluña. Se sitúa en el Pirineo central catalán y se extiende por 15 municipios de las comarcas del Pallars Sobirà y el Alt Urgell. El parque alberga una rica fauna que incluye rebecos, urogallos, el oso pardo y numerosas aves carroñeras, entre otros animales, y también destaca la gran variedad de paisajes con prados alpinos, bosques de pino negro y abetales.
Finalmente, el Parc Natural del Cadí-Moixeró es el espacio protegido catalán con el mayor número de hábitats y especies de flora y fauna de interés europeo (un total de 30 en cada caso). Con 41.342 hectáreas, se extiende por las comarcas del Alt Urgell, la Cerdanya y el Berguedà.
Además de los grandes parques, la demarcación de Lleida alberga espacios naturales de gran nivel, como la Vall Fosca, el embalse de Terradets y el Parque Collegats-Terradets (el Pallars Jussà); el Montsec y el desfiladero de Mont-rebei (el Pallars Jussà-la Noguera); la Reserva Nacional de Caza de Boumort (el Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell); el lago de Moncortès y la Pica d’Estats (el Pallars Sobirà); el lago de Ivars y Vila-sana (el Pla d'Urgell); el valle del río Llobregós (la Segarra); el Parque de la Mitjana, el camino natural de Utxesa y la Confluencia del Segre, el Cinca y el Ebro (el Segrià), y la Vall de Lord, la Ribera Salada y el llano de Busa (el Solsonès).
Rutes en caiac per la muralla de Finestres
La certificación “Biosphere Destination”
El reconocimiento, impulsado por el Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida y otorgado por ITR, lo obtuvieron en mayo de 2021 como destino turístico responsable y sostenible, una de las acreditaciones más reconocidas internacionalmente en el ámbito de la sostenibilidad. Los destinos con la certificación “Biosphere” tienen la garantía de una auditoría externa alineada con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París contra el Cambio Climático a través de la Carta Mundial de Turismo Sostenible +20.
Se trata pues de una certificación que hace visible la apuesta del territorio por un modelo de turismo responsable, ambientalmente sostenible, socialmente inclusivo y universalmente accesible, los cuatro criterios que rigen y forman la esencia del distintivo “Biosphere Destination”. Asimismo, este reconocimiento confirma el compromiso con el modelo de turismo responsable que propugna el Plan Estratégico del Pirineo y las Tierras de Lleida 2019-2022 impulsado por el Patronato de Turismo. Hasta ahora en la demarcación solo la comarca leridana Val d’Aran tenía este reconocimiento, otorgado el año 2014. Fue el primer destino de montaña del mundo en recibirlo. Ahora ya la tienen todo el Pirineo y las Tierras de Lleida, marcada por los grandes espacios abiertos y una naturaleza exuberante alejada de las aglomeraciones. Tenemos ganas. Tenemos ganas de Lleida.