Herba-savina: El pueblo abandonado del Pallars con un crimen sin resolver y un encanto que perdura en el tiempo
Descubre la historia y la belleza natural de este lugar del Pallars Jussà, un testigo silencioso del pasado rural catalán. Un crimen sin resolver a mediados del siglo pasado puso el pueblo en el mapa.
En el corazón de las montañas del Pallars Jussà, rodeado por un paisaje a medio camino entre un cuento mágico y un paisaje marciano, encontramos Herba-savina, un pueblo abandonado que ha conseguido mantener intacto su encanto atemporal. Situado en el municipio de Conca de Dalt, a 1.020 metros de altitud, este núcleo se alza entre la sierra de Boumort y la sierra de Carreu, ofreciendo unas vistas espectaculares de los macizos y los valles que lo abrazan.
Pero Herba-savina es mucho más que una simple aldea deshabitado; es un testimonio silencioso de la historia y la cultura del Pallars Jussà. Les primeras referencias documentales de este lugar se remontan a los años 1055 y 1098, cuando aparece en convenios entre los condes pallareses Ramon IV y Valença. Durante siglos, Herba-savina formó parte de los dominios del marqués de Pallars y, hasta 1831, estaba bajo la jurisdicción de los duques de Cardona y vizcondes de Vilamur.
En su momento de máximo esplendor, el pueblo llegó a contar con 61 habitantes y una decena de casas de un solo piso. La iglesia de Sant Miquel, hoy en ruinas, era sufragánea de Santa Maria de Pessonada y todavía conserva restos que nos transportan a un pasado lejano. Sin embargo, como tantos otros pueblos de montaña, el despoblamiento progresivo durante los siglos XIX y XX condenó Herba-savina a un abandono definitivo que se consumó a principios de la década de los años 80 del siglo pasado.
Un escenario que inspira la literatura
Pero el encanto de Herba-savina no se limita a su historia. Este lugar ha servido como referencia geográfica y paisajística para la novela "Dos taüts negres i dos de blancs" de Pep Coll, escritor originario de la vecina Pessonada. El libro refleja con detalle la dureza y sordidez de la vida rural, el aislamiento de los pueblos de montaña y el peso de las tradiciones, convirtiendo Herba-savina en un espejo literario de la realidad del Pirineo.
El libro explica el crimen sin resolver de una familia de campesinos de este valle. Un matrimonio y sus dos hijas fueron asesinadas el año 1943. Aunque se intuyan los culpables, nunca fueron condenados por estos hechos, que empezaron por viejas disputas y por un trozo de tierra.
Coll explicaba recientemente que con la llegada de la modernidad Herba-savina fue perdiendo población, hasta quedar abandonado. "Cuando llegó la luz, los habitantes de Herba-savina pudieron ver el miserables que eran, y con la llegada de los caminos anchos se pudieron marchar del pueblo".
La familia asesinada, por cierto, está enterrada en el cementerio de Herba-savina, pueblo donde sólo quedan los muros de las paredes, convertidas en guías para las raíces que las engullen.
Un paraíso natural
Hoy día, Herba-savina forma parte de la Reserva Nacional de Caza de Boumort y del Espacio Natural Protegido de la Sierra de Boumort, un entorno conocido por su biodiversidad y para ser clave en la recuperación del quebrantahuesos, una especie emblemática de los Pirineos. Además, la zona es famosa por el espectáculo del rumor de los ciervos al otoño, un atractivo que seduce visitantes y naturalistas de todas partes.
El paisaje que rodea el pueblo es una sinfonía de pinazas, robledales y sabinas, con una vegetación arbustiva que ha ido ganando terreno a medida que la actividad humana se desvanecía. La falta de campos agrícolas y la presencia de una naturaleza casi virgen hacen de este lugar un auténtico paraíso para los amantes del senderismo y la tranquilidad.
Como llegar a Herba-savina
Si quieres descubrir tú mismo el encanto de Herba-savina, una de las mejores maneras de hacerlo es a pie. Hay un camino que conecta Pessonada con el pueblo abandonado, con una distancia de 4,9 kilómetros y un tiempo estimado de 1 hora y 10 minutos. Este recorrido te permitirá disfrutar de las impresionantes vistas de las montañas pallaresas y del silencio que reina en este lugar mágico.
Un lugar que vale la pena visitar
Así pues, si buscas conectar con el pasado, explorar un paisaje salvaje o seguir los pasos de los personajes de Pep Coll, Herba-savina te está esperando. Prepara las botas de montaña y déjate cautivar por el encanto de este rincón donde el tiempo parece haberse detenido.
Eso si, el visitante tendrá que tener cuidado, ya que es Herba-savina es un pueblo abandonado y por lo tanto el riesgo de caída de piedras o hundimientos son reales y elevados.