Instagram para hacer currículum

Con 16 años, Gisela Balasch se abrió una cuenta a Instagram con un álter ego inspirado en el apellido de una actriz que admira, a Blake Lively. Entonces, ni se imaginaba que sería precisamente ella quien le daría el impulso para convertirse en la influencer que es hoy día, con más de 81.000 seguidores y contratos con marcas como Zara. “hice un dibujo de un vestido de gala que lució Blake Lively y ella lo posteó. En un día subí a 5.000 seguidores y así fui aumentando hasta los 21.000 que, entonces (hace unos dos años), ya era una cifra para que las marcas te ofrecieran colaboraciones”, explica esta leridana que está haciendo el Trabajo de Final de Grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universitat de Lleida sobre los influencers.

De momento, se encarga de gestionar la cuenta de Instagram, que hace un año se ha profesionalizado y comporta mucho trabajo, aunque para ella continua siendo un hobby. No descarta, sin embargo, formar parte de una agencia de comunicación de influencers, un servicio para instagramers y empresas que justo acaba de nacer en Catalunya, más concretamente en Barcelona. Y es que Gisela reconoce que invierte muchas horas al día en actualizar y crear contenidos de @livelyus y, a veces, se tiene que tomar unos días de vacaciones por higiene mental. “Tengo un calendario de posts, algunos vinculados a las fechas que las marcas quieren que les publique, y otros, simplemente me lo exijo yo.

Desde hace un año, además, he creado uno theme para mi galería y eso es todavía más costoso”, explica. Lo theme es el aspecto que un usuario da a todas las fotos de su perfil, es lo que hace coherente una galería, aquel “no sé qué que qué sé yo” que hace identificar una foto de uno u otro instagramer y que, al mismo tiempo, te impulse a hacerle follow. Eso supone, entre otras cosas, buscar un escenario para hacer las fotos que ate en colores con el look de Gisela. “Aunque parezca idílico y espontáneo todo está preparadísimo”, dice. La previsión llega hasta el punto de saber exactamente los lugares donde se hará las fotos durante un viaje a Milán patrocinado por un hotel de la ciudad italiana, el último que ha hecho Gisela. A pesar de los peros, le compensa porque Instagram es para ella una inversión de futuro a la vida real, donde se ve trabajando en un gabinete de comunicación de alguna de las marcas de moda que ahora postea. “estoy haciendo contactos que seguro que me servirán de experiencia, de hecho, todo a la vida lo es.”