El 'Dropshipping', un negocio en el punto de mira
Hoy se habla, más que nunca, de uno de aquellos negocios que en internet han encontrado un agujero donde expandirse. ¿Es una estafa o un negocio completamente legal? El ‘dropshipping’ ha venido para quedarse.
El mundo del comercio electrónico está en constante evolución. El auge de grandes operadores y proveedores como Amazon o Aliexpress y los servicios de reparto como Glovo y Uber están modificando nuestras pautas de consumo en un entorno, el del comercio electrónico, que opera desde el global al ultralocal. Todos estos actores, combinados con estrategias de comunicación y de publicidad a través de las redes sociales, hace que en los últimos tiempos se hable mucho de un modelo de negocio llamado ‘dropshipping’.
El ‘dropshipping’ es una modalidad de venta en la cual personas individuales o empresas crean tiendas en línea con productos de proveedores de todo el mundo que estos gestionan y envían desde sus almacenes. Se trata de hacer de intermediario entre este proveedor y el cliente final, utilizando a menudo campañas muy agresivas de marketing en las redes sociales. Una de las ventajas del ‘dropshipping’ es que el gestor de la tienda en línea no tiene ni stock ni envía ningún producto, sólo hace la gestión entre las dos partes (proveedor y comprador) y a cambio recibe un porcentaje del precio de venta. Eso que a priori parece sencillo, en realidad esconde un mundo mucho más complejo.
NO ES NUEVO, PERO ESTÁ DE MODA
Aunque pueda parecer que esta modalidad sea muy nueva y estrechamente ligada al comercio electrónico, hay que apuntar que los primeros negocios de 'dropshipping’ abrieron a los años 70 del siglo XIX en los Estados Unidos, y ha seguido a lo largo de la historia como un modelo de éxito de mover mercancías. Siempre ha estado con nosotros. Con respecto al comercio electrónico, la explosión de los primeros negocios con ‘dropshipping’ fueron hace más de diez años. Pero ahora está más de moda que nunca, probablemente por los cambios de comportamiento a la hora de comprar en línea pero también por el auge de los gurús de internet, la mayoría jóvenes que, a través de las redes sociales promueven cursos dirigidos a otros jóvenes a los que explican los trucos para llegar a facturar miles de euros en pocos días.
La evolución del concepto 'Dropshipping' no ha dejado de generar interés durante los últimos años entre los usuarios de Internet
Sólo hay que echar una ojeada a Google Trends para ver como este concepto, en España (gráfico inferior), está despertando actualmente un gran interés. El gráfico del mismo concepto en los Estados Unidos (gráfico superior) muestra la misma tendencia.
¿ES TAN FÁCIL COMO PARECE?
Para Guillem S., un joven que inició con su pareja su proyecto de ‘dropshiping’ en la red, no es nada fácil poder vender mediante este modelo. Su caso era una tienda especializada en cosmética natural, en la cual intentaron darle un toque personalizado y con valor añadido. A pesar de tener un nicho de mercado lo bastante especializado, los problemas empezaron con los proveedores –o ‘dropshippers'-, ya que algunos eliminaban productos de un día para otro y otros les hacían pagar sólo para tener acceso a su catálogo. Una vez con los productos en línea, Guillem S. asegura que empezar a vender es otro trabajo extremadamente complicado, ya que “cualquier producto compite con Amazon o Aliexpress, que seguramente te lo traerán en un día y más barato, y si no lo quieres, lo vuelves.”
Con respecto a eso, para Alba Garrós, consultora especialista en eCommerce de Actium Digital by SEMIC, es prácticamente imposible competir con estos grandes operadores, sobre todo con respecto a logística y precios, por el gran poder de negociación que tienen. A pesar de todo, Garrós cree que hay un agujero con respecto a los productos personalizados, el ‘branding’ propio y la diferenciación de producto.
Por su parte, Dani Cortés, responsable de e-commerce de Reskyt, asegura que cualquier tienda en línea de ‘dropshipping’ ya parte, sólo empezar, con una gran desventaja, ya que utiliza los mismos productos, descripciones y fotografías que otros centenares de tiendas en línea que ofrecen el mismo producto, un hecho que Google penaliza a la hora de posicionar. “En un primer momento todo parece sencillo, pero no lo es”, por eso recomienda, en la misma línea de Garrós, diferenciar los productos, servicios y valor añadido.
"Es imposible competir con Amazon con respecto a la logística. El ‘dropshipping’ se puede convertir en un gran quebradero de cabeza”
COSTES Y BENEFICIOS
El ‘dropshipping’ comporta una serie de ventajas. El primero, y muy importante, es que no se necesita ningún tipo de stock ni logística ni gestión propia, hecho que asegura que, con una inversión mínima, una tienda puede empezar a operar inmediatamente con unos costes mínimos. Estos son los de tener una tienda en línea propia y funcional con pasarela de compra, los costes de alojamiento y dominio web y la cuota de autónomos que se requiera. Así, los costes mensuales fijos de estructura girarían alrededor de los 300 euros mensuales. A estos se tendrían que sumar los costes de publicidad a través de redes sociales, ‘influencers’ y otros, indispensables hoy para posicionar los productos de una tienda de ‘dropshipping’, y que pueden llegar a disparar los costes a los millares de euros al mes, eso ya según el gasto e inversión de cada vendedor.
Para hacernos una idea de estos costes en publicidad, Dani Cortés asegura que, por término medio, el coste para traer a un cliente a la tienda en línea utilizando publicidad suele ser de entre 0,25 y 0,50 euros, y que la tasa de conversión –el porcentaje de clientes que acaban comprando–, suele ser de un 1%. Así, en números redondos, una tienda tendría que gastar entre 25 y 50 euros al día para conseguir a 100 clientes, de los cuales 1 acabaría comprando. Cortés ha sido testimonio de tiendas de ‘dropshipping’ que funcionaron muy bien mientras siguieron invirtiendo en publicidad y en contenidos, “una vez dejaron de hacerlo, se perdieron en la inmensidad de la red y desaparecieron. Se tiene que tratar como un negocio, no como un pasatiempo, requiere muchas horas de trabajo”.
¿Y los beneficios? “Los proveedores te dan una horquilla de precios con los cuales puedes jugar con el fin de asegurar la venta. Pero lo cierto es que, en nuestro caso, el margen de beneficio se aproximaba al 6% de cada producto vendido”, asegura Guillem S. Los productos de su negocio de cosméticos naturales tenían un precio medio de unos diez euros y por cada venta ganaba menos a uno, por lo cual “se necesita vender miles de productos y facturar miles de euros para ganar un sueldo justo después de sacar los gastos”.
Es por eso que para Alba Garrós “hay que abrir un nicho de mercado que pueda ofrecer márgenes mayores. No es lo mismo vender lápices de colores que cuadros de arte. En ningún caso recomendaría vender productos de abajo coste, que además, suelen ser de baja calidad.” Una baja calidad que, si bien puede hacer aumentar el margen de beneficio, también suele comportar un aumento de las devoluciones, un problema añadido para los gestores de tiendas de ‘dropshipping’. Para Dani Cortés, lo más lógico de entrada, en este modelo de negocio, es que no se genere ninguna venta.
“Lo más lógico es que no se genere ninguna venta. Estos negocios requieren mucha inversión, esfuerzo y conocimiento del medio”
GURÚS, CURSOS Y ÉXITO
Se trata pues de un modelo de negocio plenamente legal en un entorno global. El mismo entorno en el que unos cuantos aprovechan para crear sus negocios en torno al ‘dropshipping’. Son los llamados gurús, que se mueven con rapidez por la red y ofrecen sus conocimientos en cursos, academias y mentorías a precio de oro, asegurando que, con pocos días cualquier persona puede facturar decenas de miles de euros. “Hacerse rico” es su lema mayoritario con el cual intentan enganchar a sus cursos jóvenes y adolescentes a través de publicidades agresivas en redes como Instagram o YouTube rodeados de billetes, coches caros y haciendo ostentación de altos niveles de vida.
Para Guillem S., que ha pasado la experiencia, “estos sólo te venden humo. Cualquier persona que tenga un producto para ganarse la vida difícilmente irá explicándolo a todo el mundo. Además, quien sale de una mala experiencia no acostumbra a dar su opinión, por lo cual es complicado leer malas experiencias sobre el ‘dropshipping’, que es un buen modelo si se tienen los conocimientos previos. Los gurús son un engaño”.
Sobre el éxito, Alba Garrós tiene claro que para conseguirlo en este campo es necesario tener un gran conocimiento de economía y gestión empresarial, y que “hace falta tener estudios y confiar en empresas profesionales especializadas en el sector y con bagaje, no con ‘influencers’”. El especialista Dani Cortés aconseja buscar aquel asesoramiento profesional que puede hacer un seguimiento paso a paso de todo lo que se debe tener en cuenta a la hora de sacar adelante estos negocios, así como hacer estudios de mercado calificados y analizar el éxito que se puede tener a través del ‘dropshipping’.
Los gurús del ‘dropshipping’ han creado un ecosistema favorable donde no hay disidencia y donde vender sus servicios sea más fácil
Para quien tenga interés en buscar casos reales sobre experiencias de ‘dropshipping’ notará que las primeras páginas de Google están copadas sólo por casos de éxito. Los promotores de estos negocios han creado todo un ecosistema favorable en el cual no hay disidencia ni críticas, cuando especialistas cifran en más de un 95% los casos de fracaso. ¿Un nuevo triunfo de la posverdad en la red?