El mundo mira al cielo ¿Hay vida, en Venus?
La atmósfera de Venus contiene rastros de fosfina, un gas que a la tierra lo producen los seres vivos. Un descubrimiento que ha vuelto a generar interés en la vida extraterrestre
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cardiff han descubierto, a través de los telescopios James Clerk y ALMA, que la atmósfera de Venus contiene rastros de una molécula de fosfina, un gas que a la Tierra sólo lo generan las actividades microbianas, humanas e industriales. Se trata de un descubrimiento que ha despertado mucha expectación tanto en el mundo científico como en el social, por las posibilidades de encontrar vida extraterrestre. Esta fosfina o trihidruro de fosfato (PH3) es un gas incoloro, inflamable y tóxico, que a pesar de que no huele, en contacto con otros gases su presencia sería parecida al olor de pescado podrido.
Para Salvador Ribas, Doctor en astrofísica y director del Parque Astronómico del Montsec, aunque Venus tenga una cierta semblanza con la Tierra, “tiene una atmósfera muy dura, con un efecto invernadero constante y temperaturas de hasta los 500 grados, que hace que los metales se fundan en contacto con el planeta”.
Para el director del Parque este descubrimiento se analiza ahora en dos posibilidades o tendencias. La primera es que, efectivamente, el gas se haya formado por la existencia de algun tipo de vida. “En nuestro planeta hay rastros de vida bacteriana en lugares muy duros que podrían ser parecidos a los de Venus, como al lado de volcanes o en desiertos con altas temperaturas. Desde este punto de vista, a Venus podría haber algún tipo de vida, que no necesariamente tendría que ser como la esperamos nosotros, como la vida bacteriana.” La segunda posibilidad es que este gas se haya formado por mecanismos no biológicos, como reacciones químicas, que también podrían producir fosfina. En este caso no tendría ninguna relación con la vida. Ribas cree que la posibilidad más razonable sería la segunda y que todos los artículos científicos que salen estos días hablan de una reacción química no orgánica, “aunque me gustaría estar equivocado”, añade.
La comunidad científica analiza el descubrimiento en dos líneas: gas biológico o gas químico
La posibilidad de encontrar vida en Venus no es un asunto nuevo. Hace más de 50 años, el científico Carl Sagan ya publicó un artículo en la revista Nature con hipótesis sobre este planeta. Decía que mientras la posibilidad de vida en la superficie a la tierra sería poco probable, la de encontrarla al nubes altas que rodean Venus sería posible. Una teoría que han validado los científicos del descubrimiento, que sitúan las muestras de fosfina en nubes de 53 a 62 kilómetros sobre la superficie de Venus. Serían, pues, microbios aéreos muy volátiles por las condiciones ácidas de las masas nebulosas.
Carl Sagan ya puso la mirada a la vida en las nubes de venus, hace más de cincuenta años
Como sea, este descubrimiento ha puesto de nuevo sobre la mesa la clásica pregunta que desde hace miles de años acompaña la existencia de la humanidad. ¿Estamos solos al universo? Ribas cree que seguramente no, y que a lo largo de millones de galaxias, soles y planetas, en algún rincón u otro habrá unas condiciones que hayan permitido la creación y evolución de algún tipo de vida, que no hace falta que sea ni inteligente ni humanizada. “No sabemos ni dónde ni cuándo encontraremos rastros, o si nunca las acabaremos encontrando, pero estoy seguro de que en algún rincón del universo hay vida.”