Vittoria de Saboya: La princesa 'influencer'
El hijo del último rey d'itàlia designa su nieta como sucesora en el trono
Es joven, bonita, influencer y, casi, casi princesa. Bien, quizás eso es mucho decir, pero al menos a su abuelo, Víctor Manuel de Saboya, hijo del último rey de Italia, Humbert II, lo ha designado como sucesora en el inexistente trono italiano.
Vittoria Cristina Chiara Adelaide Maria, más conocida como Vittoria de Saboya, fue nombrada por su abuelo como princesa de Carignano y marquesa de Ivrea.
Su hermana pequeña, Lluïsa, es princesa de Chieri y condesa de Salemi. Lo relevante del caso, sin embargo, no es eso, sino que Víctor Manuel de Saboya decidió hacerle un notable regalo de cumpleaños: acabó con la ley sálica que hacía más de 1.000 años que estaba vigente a fin de que ella pudiera luchar por la corona y enfrentarse a sus rivales, la rama de los Aosta, que también reclaman su legitimidad.
Eso, evidentemente, ha provocado una nueva disputa entre las dos líneas sucesorias. A pesar de sus orígenes ella lleva una vida bastante discreta, bastante similar a la de los jóvenes de su edad. Ha crecido entre Ginebra y Montecarlo y actualmente estudia en París. En resumen, no vive en Italia.
Ahora bien, este nombramiento y el alboroto que ha levantado entre las dos ramas familiares han comportado que cada vez sea más conocida. Eso también se ha traducido en el aumento de seguidores en las redes. Por poner un ejemplo, en Instagram tiene 52.000 seguidores. Aquí se puede ver el suyo a a día, sus gustos y aficiones.
Ahora bien, hay que reconocer que todavía no llega a los casi 100.000 del padre, todo un personaje televisivo en Francia, donde está casado con la madre de la princesa, la actriz Clotilde Courau. A pesar de lo que pueda parecer, esta designación de Vittoria no es casual.
La Casa de Saboya la argumenta para apoderar a las mujeres y ser conscientes del momento que estamos viviendo. Detrás también hay hechos como sólo los herederos en el trono pueden controlar los títulos nobiliarios que se reparten (sin la abolición de la ley sálica, esta rama de la familia tendría que renunciar) y además, son los invitados a las bodas reales. Dinero y prestigio. Mientras tanto, la rama Aosta denuncia que los rivales estropean el nombre de la familia.
Todo ha comportado que si bien Vittoria era casi una desconocida, cada vez lo es menos, tiene más seguidores y se prepara para reinar en un país que no pretende devolver a la monarquía.