Llegan a Lleida los robots autónomos
Restaurantes, hospitales y oficinas, primeros edificios donde los robots autónomos entrarán a echar una mano
Seguramente, muchos de vosotros lo visteis al pasado Cervisia de Lleida. Paseaba de mesa en mesa entre los asistentes y servía cervezas y tapas. Y sí, era un robot autónomo. Una cosa que todavía no es del todo habitual de ver, pero que tampoco es nueva. La robótica lleva décadas entre nosotros, aunque mentes como Leonardo da Vinci diseñaran las primeras ideas de autómatas. Pero no fue hasta mitad del siglo XX que este sector empezó a emerger, sobre todo la robótica vinculada a la industria y al ámbito doméstico. Fue la época de los robots de cocina, mientras Isaac Asimov planteaba las leyes de la robótica. Desde entonces las fábricas se han ido llenando de robots, cada vez más grandes y precisos, y que realizan trabajos automatizados de una forma cada vez más autónoma.
Pero la robótica de hoy habla de otra cosa, más próxima a la ciencia-ficción que nunca y, si el anterior dirigía las miradas a la industria, el actual mira al sector servicios. Una revolución robótica que no sería si no ligara con la otra gran revolución, la de la inteligencia artificial. En el Cervisia vimos un robot autónomo sirviendo, pero quizás habéis visto algún otro en restauración, recibiendo llamadas, abriendo puertas o acompañando pacientes. Y si no lo habéis visto no sufráis, porque lo veréis dentro de poco tiempo.
El robot que vimos al Cervisia y que nos inspiró para este reportaje se llama Bellabot, del fabricante Pudu, y que comercializa la leridana Sinergia Upgrade. Vimos el Bellabot servir muchas cervezas y muchas tapas, y es que puede transportar de una tirada hasta 40 kilos y durante 24 horas seguidas. Según Raúl Águila, gerente de Sinergia Upgrade, es un robot que está especialmente pensado para la hostelería, y su función es ser una ayuda y un complemento al camarero, de manera que la tarea de este no tenga que ser la de cargar platos arriba y abajo, sino la de dedicarse a la gestión de las mesas y a la recomendación de los productos y especialidades del restaurante.
Dejar de hacer un trabajo físico para hacer uno creativo. Mientras el camarero recomienda y toma nota, el Bellabot lleva y recoge platos de mesa en mesa, en una ruta que los mismos gestores del restaurante programan en un mapa virtual que permitirá en el robot esquivar los posibles obstáculos. Y si los clientes le hacen una caricia, el Bellabot se lo agradecerá. Es su propina.
Más detalles del Bellabot que pudimos ver en el Cervisia: puede realizar 400 repartos al día, se carga en sólo cinco horas y tiene la autonomía de 24 horas ininterrumpidas. El rasgo diferencial son sus cuatro bandejas, que pueden llevar 10 kilos a cada una y que funcionan por inducción, de manera que el robot percibe cuando un cliente coge o deja un plato.
Cargado de platos se mueve lentamente, porque la física es la física, pero si necesita moverse con más agilidad puede ir a la velocidad de las personas al andar, unos 4km/h. Con su cámara frontal y el sensor en 3D no chocará ni con ningún humano ni con ningún otro Bellabot, porque pueden interactuar entre ellos y valorar las rutas por proximidad y tarea. Pero eso lo dejaremos para otro número.
Hablamos de llevar platos. Pero también podríamos hablar de llevar papeles y material en oficinas, material sanitario en hospitales, acompañar personas en edificios públicos o grandes empresas, o paquetería en centros comerciales. Si nos ponemos a imaginar ejemplos no acabaríamos nunca.
Raúl Águila se encarga de la comercialización en España de los robots de Pudu, que se ofrecen en todos los establecimientos de hostelería con un contrato tipo renting, de alquiler, que pueden oscilar de los 200 a los 400 euros mensuales, siempre dependiendo del modelo y del catálogo de servicios complementarios que se adquieran.
En Lleida la implantación de los robots autónomos ya ha empezado, y desde Vint-i-dos lo seguiremos de bien cerca. Por eso estamos.
El 1x1 de PUDU
BELLABOT
Protagonista de este reportaje. Carga 40 kilos en 4 bandejas y tiene 24 horas de autonomía. Ve a través de dos cámaras y buscará la mejor ruta cuando encuentre algún obstáculo por el camino. Lleva una bandeja que detecta cuando cogemos o dejamos un plato. Si le acariciamos la cara en forma de felino nos reaccionará y nos alegrará el día. Los clientes lo aman, le hacen fotografías y lo publican en las redes. Preparado para ayudar en bares y restaurantes y entornos amables.
KETTYBOT
Robot de reparto similar al Bellabot que lleva una gran pantalla vertical donde los establecimientos pueden mostrar lo que quieran, desde anuncios hasta sugerencias u ofertas. Nos lo podemos imaginar en un supermercado anunciando las ofertas de la sección y llevando productos de muestra. Es uno de los robots más ágiles de la compañía. Puede cargar dos bandejas y es un gran anfitrión que nos acompañará donde esté.
HOLABOT
Pensado para el mundo industrial, de carga pura. Todoterreno. Entregas de punto a punto con máximo rendimiento y adaptabilidad. Puede cargar 60 kilos y 120 litros de volumen. Es el mayor de todos y repartirá juego en industria, talleres y grandes superficies, pero también en hospitales y centros públicos. Puede funcionar también con movimientos sensoriales y con instrucciones de voz, de manera que no hará falta que lo toquemos para mandarle órdenes o dirigirlo a nuevos retos.
PUDU CC1
Robot autónomo dedicado a la limpieza. Barre, friega, recopilación y aspira. Irá haciendo mientras nosotros nos dedicamos a otras tareas. No se tiene que confundir con una r*mba gigante, ya que este está pensado para entornos mucho más complicados, grandes espacios como hospitales o centros públicos o garajes. Si lo dejamos hacer el CC1 nos lo dejará muy limpio y él solo cambiará el agua sucia. Más listo de lo que nos pensamos. Sabremos por dónde ha pasado en todo momento. Es el más pequeño de todos.
PUDUBOT 2
El robot más clásico de todos. Segunda generación del primer Pudubot, actualizado con mejores prestaciones de funcionalidad, carga y software. Tiene un sistema de detección 360 grados y está pensado para servir en bares y restaurantes. Tiene un modo crucero que lo hará moverse continuamente entre un punto y otro, de manera que puede recoger platos de forma ininterrumpida. Puede llevar hasta 7 bandejas y mover 40 kilos de peso.