¿Qué tengo que hacer si pierdo o me roban el móvil?
¿Hay alguna cosa peor que perder o que te roben la cartera? Seguramente no, pero que te pase eso con el móvil puede resultar un quebradero de cabeza comparable. ¿Qué tenemos que hacer?
¡Alerta, tienes media vida! Eso que llevamos al bolsillo llamado móvil incluye media vida nuestra, ya sea para utilizar sistemas de almacenamiento de fotografías en la nube, para utilizar correos del trabajo o personal, para utilizar la aplicación del banco o incluso para realizar pagos de tarjeta. Normalmente todo eso va cifrado y no tendría que peligrar, si perdemos o nos roban el teléfono, pero siempre es mejor pensar que cuando eso nos pueda pasar tenemos que seguir una serie de pasos para garantizarnos la seguridad. Si lo hemos perdido o nos lo han robado, el primer paso de seguridad será borrar remotamente todo lo que hay dentro. Eso lo podremos hacer tanto con Android como en iOS de una forma bastante sencilla.
Bloquear el móvil para siempre y borrarlo todo. Si nuestro móvil cae en manos ajenas lo más habitual es que el ladrón, como no podrá entrar nuestro móvil -siempre lo tendríamos que tener cifrado por contraseña o patrón-, lo apagará. Así se asegura de que no podremos hacer un seguimiento del móvil para saber dónde está. Tanto Android (Google) como iOS (Apple) tiene los sistemas de localización del móvil, donde a través de un mapa podremos ver dónde para. No sólo eso sino que a través del administrador de dispositivos podremos acceder a realizar acciones a distancia, como bloquear el dispositivo o borrar todo su contenido. Un paso más de seguridad es bloquear la tarjeta del móvil con el código PUK que tenemos en la tarjeta de la SIM que nos dieron a su momento. Podemos llamar a la compañía y que nos bloquee la tarjeta.
Pasos extra de seguridad. Lo que acabamos de ver son pasos básicos de bloqueo de nuestro dispositivo a distancia para evitar que nos lo puedan comprometer. A continuación os damos algunos consejos extra para garantizar una pizca más de seguridad. En primer lugar, añadir capas de seguridad tanto en el acceso al móvil como en aplicaciones concretas. Eso lo podemos hacer con reconocimientos faciales, dactilares o patrones más difíciles. I poner contraseñas para aplicaciones concretas, como por ejemplo a la del banco, a la de las fotografías o a la del correo del trabajo. Un segundo consejo es instalar aplicaciones de localización del móvil, y uno tercero es realizar copias de seguridad en la nube de forma recurrente o automáticamente cuando realizamos cualquier fotografía.