LOOM: la aventura gráfica más mágica y mejor ambientada

Los 90 fueron el reinado de las aventuras gráficas, juegos lentos en que los jugadores tenían que resolver enigmas y rompecabezas, entre objetos que tenían que ir recogiendo y utilizar con todo el ingenio posible. A menudo aquellos videojuegos eran auténticas obras de arte gráficas, en la era del píxel, y el máximo exponente fue The Secret of Monkey Island, de LucasArts. Pero de la misma compañía había un juego tapado, una preciosidad gráfica con una buena jugabilidad, mejor historia y lo mejor de todo, unas ambientaciones que si fueran película habrían ganado tres premios Óscar. Hablamos de Loom (1990). Y de su creador, Brian Moriarty.

La historia de Loom nos trasladaba en un mundo reinado por los Gremios, desde los tejedores en los cristaleros, los pastores o los herreros. En Loom nos ponemos en la piel de Bobbin Threadbare, protagonista, que tiene que conseguir cerrar el telar que fuerzas oscuras han corrompido. Para conseguirlo tiene que cruzar el mundo, en escenarios magistralmente diseñados que nos recuerdan lugares oscuros y dramáticos, pero llenos de magia y que harán las delicias de cualquier amante de las aventuras. Recomiendo buscar en plataformas como YouTube cómo personas juegan al juego para ver los colores asignados a cada gremio y el ambiente del juego.

El protagonista, aparte de tejedor, también tiene mucho que ver con los cisnes, por eso va acompañado de una banda sonora de clase mundial, basada en varias secciones de El lago de los cisnes de Txaikovski. Una salvajada. Y es que la música también tiene un papel clave, ya que nuestro protagonista tiene que ir superando pruebas sólo con la fuerza de la música, con su varita y la combinación de notas musicales que provocan hechizos que nos ayudan a superar niveles y dificultades. Una mezcla fenomenal. Como dice un aficionado a Loom en una página especializada, “Loom es único en su género. Loom no se juega, se descubre.”

Hablaba de Brian Moriarty. Es el cerebro detrás de Loom, el creador de todo eso que acabo de explicar, una de las aventuras gráficas más importantes e infravaloradas de la historia de los videojuegos. Pensó Loom como un juego corto, de tres horas de duración, y con un manifiesto filosófico que acompañaba la caja del juego y que se resumía en tres conceptos: favorecer la imaginación, no frustrar a los jugadores, y hacer que todo el mundo lo pudiera acabar. No sólo se descubre, Loom también se tiene que vivir. Y escuchar.

Como curiosidades, Loom fue el primer juego de una trilogía que nunca fue y que tenían que completar los juegos Forge y Fold. Más curiosidades: en juegos tan importantes como The Secret of Monkey Island o Indiana Jones, todos de Lucas Arts, Loom tiene varias apariciones, hecho que demuestra la importancia que le dieron.

Actualmente se puede jugar a Loom a través de las plataformas Steam y GOG, con un coste de 4,99 euros.