BOOMERISMO ILUSTRADO
Winamp, el símbolo de la música a través de Internet
Este artículo contiene un 40% de cosas ilegales pero que ya han prescrito. ¿Suponemos, verdad?
La informática personal dio un salto a principios del milenio. Los ordenadores se empezaron a popularizar en las casas. Todo el lenguaje informático que conocíamos en aquella época eran los pasos que cada año iban dando los ordenadores Pentium. Del 2 al 3, y del 3 al 4. La potencia se medía en Pentiums, no en RAM ni en velocidad del procesador.
Más allá, si una tecnología fue revulsiva en aquella época fue Internet, y sus posibilidades todavía muy primigenias. Con Internet algunos usuarios descubrieron que existía todo un mundo, llamado Napster, que permitía poder acceder a un archivo casi infinito de música. Mientras escuchábamos con nuestro discman el primer disco de las Spice Girls, de los BakckStreet Boys o de los Oasis, íbamos descubriendo nuevos grupos, las canciones de los cuales tardaban horas en descargarse. Y llegaba un momento en qué la colección de música, que entonces llamábamos MP3 –en referencia a su formato, pero eso ya es otro tema– empezaba a ser importante. Y había que organizarla.
Y aquí es donde entra en juego el símbolo, el mito, el héroe de la época: Winamp. Era un programa reciente, nacido el año 1997, pero que hizo furor entre los primeros navegantes de internet que querían escuchar su música descargada. Winamp era el programa con más opciones de la época, de libre descarga, y que permitía unas volteretas nunca vistas hasta entonces, como poder ecualizar la música a nuestra manera, poder clasificar por listados la música, crear listas de reproducción, incluir widgets de todo tipo, y lo más salvaje, la excéntrica vista de las ondas de colores que bailaban al ritmo de la música y que nos trasladaban a las míticas salas de baile de la época. Además, fue de los primeros programas en incluir la posibilidad de cambiarle completamente la apariencia, las llamadas pieles – skins–, que realizaban miles de usuarios de todo el mundo.
El momento más álgido de Winamp llegó el año 2005, en alcanzar los 50 millones de usuarios –muchos por la época– y convertirse en un referente que ya ha quedado para la posteridad, también por plantar cara y superar durante unos cuantos años al otro mítico Windows Media Player.
Winamp se puede relacionar fácilmente con la descarga de música por Internet, sobre todo ilegal. Y ya sabemos cómo siguió la historia con la aparición e irrupción de Spotify. Hoy, tener música descargada en los dispositivos casi parece prehistórico y la gran mayoría de usuarios lo hace a través de la nube.
Winamp todavía está vivo y tiene una interfaz mejorada, moderna y con un nuevo modelo de negocio, y se puede descargar libremente, aunque quien quiera volver a revivir la experiencia Winamp (de la versión 1 a la 5) tendrá que hacerlo a través de otras vías que por aquí no podemos decir.