Bookline: humanizar la Inteligencia Artificial

En un mundo en que la tecnología avanza a pasos de gigante, una empresa catalana está marcando la diferencia en el ámbito de la atención al cliente. Bookline, fundada en el 2019 por Joan Salvatella, Fede Buldin y Ferran Mazaira, está transformando la manera como las empresas interactúan con sus clientes gracias a la inteligencia artificial, llevándola a nuevos niveles de personalización, y cada vez más humana.

Después de una exitosa ronda de financiación, Bookline se está expandiendo más allá del sector de la restauración, donde empezó. Su tecnología conversacional empieza a hacerse un lugar en hoteles y clínicas de salud a nivel internacional, prometiendo una revolución en la interacción con una amplia variedad de servicios.

Los asistentes de Bookline, disponibles tanto por teléfono como por WhatsApp, ofrecen una gestión de reservas y citas sin fisuras, integrándose perfectamente en el ecosistema tecnológico de las empresas. Así, la conversación se transforma de transaccional a conversacional, que no sólo optimiza recursos, sino que también mejora la imagen del negocio con una respuesta constante, 24/7, las 24 horas del día y los siete días de la semana. Eso asegura que ninguna reserva se pierda, un servicio que se traduce en un aumento de la facturación. Y si se pueden automatizar cosas, los trabajadores que hasta ahora se dedicaban a eso poder dedicarse a trabajos con más valor añadido.

Lo que realmente distingue Bookline es su capacidad para crear interacciones que parecen genuinamente humanas. Un sorprendente 62% de los usuarios acaban agradeciendo a los asistentes al final de la conversación, olvidando que están interactuando con una máquina.

Con más de 1.000 clientes, incluyendo grandes nombres como Dani García, Larrumba, Bokoto o Rosa Clará, gestiona casi dos millones de conversaciones en el mes. Bookline está personalizando la experiencia del cliente al máximo. Su tecnología se adapta al tono e idioma de cada marca, ofreciendo una experiencia coherente y a medida.

Bookline no sólo busca cambiar la manera como las empresas interactúan con sus clientes, sino también mejorar la percepción de la tecnología en las relaciones humanas. Esta start-up catalana está demostrando que la inteligencia artificial puede enriquecer, en lugar de diluir, nuestras interacciones humanas, haciendo difusa la línea entre el mundo digital y el personal.