De Microsoft y Gates contra Apple y Jobs a Nvidia contra Intel: las grandes rivalidades del mundo digital
Si nos preguntan sobre una rivalidad permanente en el mundo digital pensaríamos en Apple contra Microsoft, pero hay mucha más vida. Desde las consolas a los fabricantes de microchips. Lo repasamos.
Siempre que un actor irrumpe en una escena particular suelen aparecer competidores, el polo opuesto que quiere ser más, o quiere llevarse parte del negocio. Este competidor suele ser catalizador para que la otra empresa siga apostando por la innovación y aporte a la sociedad y al mundo. Un ying y yang necesario para mantenerse y seguir siendo fuertes.
Es parte necesaria para la evolución, la innovación y el futuro. Si Steve Jobs fue Steve Jobs fue porque al otro lado había un tal Bill Gates. Y si uno aguantaba al pie del cañón con toda la energía el otro también lo hacía, por orgullo, por responsabilidad, por mantener el pulso. Y si hablamos de Jobs o Gates es porque son la cara visible de esta lucha fraternal para ser los mejores, crear las mejores empresas, tener el mejor producto y lo que más vende y más se valora. Una de las rivalidades más famosas de la historia de la tecnología.
Bill Gates vs Steve Jobs
Simbolizan la competencia entre Apple y Microsoft, aunque tanto Jobs como Gates hace años que ya no forman parte de la primera línea de sus empresas, uno porqué está muerto (Jobs) y el otro porqué está jubilado (Gates). Es una rivalidad que no sólo marcó la historia personal de los dos visionarios, sino también la trayectoria de la industria tecnológica, lo que decíamos de mantenerse innovando.
Tuvieron caminos profesionales muy parecidos, pero con las miradas ligeramente diferentes. Steve Jobs tenía una visión estética y obsesión por el diseño y la experiencia de usuario, motores detrás de los productos de Apple, como el Mac, el iPhone o el mismo iPod. Podríamos decir que era un líder perfeccionista y carismático. Bill Gates, en cambio, tenía un enfoque más técnico y orientado al software, más racional, y condujo Microsoft a dominar el mercado de los sistemas operativos con su MS-DOS y posteriormente con Windows. Lo podríamos definir como líder analítico y pragmático.
Su rivalidad empezó a la década de los 80, cuando Microsoft desarrolló software para el Apple II, el primer éxito comercial de Apple. A pesar de la primera colaboración, las tensiones surgieron cuando Microsoft lanzó Windows, un sistema operativo con interfaz gráfica que Steve Jobs consideraba una copia de la interfaz del Macintosh. Esta disputa estableció las bases de una rivalidad que duraría décadas y que hoy está más viva que nunca.
En la década de los 90 Microsoft con su Windows se convirtió en un gigante dominante, mientras Apple, sin Jobs –despedido el año 1985–, luchaba por sobrevivir. El año 1997 Jobs volvió a Apple y empezó el resurgimiento de la marca, gracias a productos revolucionarios como el iMac, el iPod, el iPhone o el iPad.
Steve Jobs era carismático, duro y
perfeccionista, mientras que Bill Gates
era pragmático, técnico y analista
A pesar de la gran rivalidad, la relación entre Gates y Jobs era de respeto mutuo. En varias entrevistas, Gates ha expresado su admiración por la capacidad de Jobs para crear productos innovadores y transformar industrias. Por otra parte, Jobs reconocía la influencia y el papel de Gates en la democratización de la informática personal, aunque a menudo lo criticaba por la falta de visión artística e innovadora en los productos de Microsoft.
Después de la muerte de Jobs en el 2011, Gates ha hablado a menudo sobre su rivalidad, pero también sobre la amistad y el respeto que tenía por Jobs. Esta compleja relación es un testigo de cómo dos líderes visionarios pueden competir intensamente y, al mismo tiempo, influenciarse mutuamente, impulsándose a conseguir nuevos horizontes.
La rivalidad entre Jobs y Gates fue un factor clave en el desarrollo de la tecnología moderna. Impulsó la innovación y estableció las bases para muchas de las tecnologías que hoy damos por hechas. Esta rivalidad no sólo definió sus carreras, sino que también cambió el mundo, dejando un legado perdurable que sigue inspirando generaciones de tecnólogos y emprendedores.
Microsoft vs Apple
Y, claro está, si hablamos de Bill Gates y Steve Jobs tenemos que hacerlo también de las empresas a las que representaban como máximos dirigentes, durante años. Como los dos líderes, casi espirituales, las dos empresas tienen una trayectoria paralela y similar, empezando por el nacimiento. El año 1975 lo hacía Microsoft (Bill Gates y Paul Allen) y el año 1976 Apple (Steve Jobs y Steve Wozniak). Los primeros se dedicarían al desarrollo de software para informática estableciendo vínculos con empresas tan fuertes como IBM, mientras los segundos se dedicarían a la fabricación de sus propios productos.
En los 80 y 90 Microsoft se convirtió en el líder indiscutible del mercado de los sistemas operativos con Windows y Apple luchaba por mantener su cuota de mercado. Y es que la filosofía de las dos empresas era notablemente diferente: Apple apostó por un ecosistema cerrado, en el que el hardware y el software estaban íntimamente integrados, mientras que Microsoft se centró en desarrollar software que pudiera ser utilizado por múltiples fabricantes de hardware, estableciendo así un estándar universal con Windows. Esta estrategia se hizo evidente con el lanzamiento de Windows 95, que consolidó la dominación de Microsoft en el mercado de los ordenadores personales. El retorno el año 1997 de Jobs a Apple supuso un resurgimiento espectacular, empezando con el lanzamiento del iMac y, posteriormente, con el iPod, el iPhone y el iPad, productos que redefinieron los mercados respectivos y establecieron nuevos estándares para la industria.
La década de los 2000 fue testimonio de una nueva fase en la rivalidad entre las dos empresas, centrada no sólo en los ordenadores personales sino también en los dispositivos móviles y otras tecnologías emergentes. El iPhone, lanzado en el 2007, marcó un cambio de paradigma en la industria de los teléfonos móviles y puso Apple en una posición dominante en este mercado, sector en que Microsoft llegó tarde y mal, y del cual tuvo que salir a favor de Android, de Google, empresa con quien ha tenido vínculos posteriormente.
La rivalidad entre Microsoft y Apple cogía todas las patas de la tecnología. También en la nube. Mientras uno introducía iCloud, Microsoft lo hacía con OneDrive y la suite Office 365, intentando mantener su relevancia en una industria que cambiaba rápidamente cabe a los servicios basados en la nube. Pero no todo es competencia. También hay espacios comunes y de colaboración –pocos-. Por ejemplo, cuándo Microsoft ha desarrollado versiones de Office para dispositivos Apple, reconociendo la necesidad de compatibilidad entre las plataformas.
Hoy las dos empresas son las más valoradas del planeta. Apple lidera la capitalización bursátil con 3,285 trillones, y Microsoft es segunda con 3,282. Va de poco. Tercera es Nvidia, de la cual hablaremos después, con 3,19.
El auge del fenómeno de los fanboys
Si hablamos de rivalidad entre dos empresas, podemos decir que siempre habrá empleados o usuarios que defiendan su marca. Si eso lo elevamos a las dos grandes empresas de las cuales hablábamos hace un momento, pasa que se crea un ejército de seguidores, denominado fanboys. ¿Que qué es un fanboy? Son seguidores leales y apasionados por una marca que defienden con fervor los productos y servicios de esta, a menudo entrando en discusiones acaloradas con los seguidores de la marca rival.
Los fanboys de Apple y Microsoft se remontan a los inicios de las dos empresas. Apple atrajo una comunidad de usuarios que valoraban el diseño elegante y la facilidad de uso, que se convirtieron en defensores entusiastas de Apple. Al otro lado, Microsoft supo capturar una gran parte del mercado con el lanzamiento de Windows. Sus usuarios valoraban la flexibilidad, la compatibilidad y la accesibilidad de los productos de la empresa, creando así su propia base de seguidores leales.
Con la expansión de internet y las redes sociales, la rivalidad entre los fanboys de Apple y Microsoft se intensificó. Los foros, los blocs y, posteriormente, las redes sociales se convirtieron en campos de batalla donde los defensores de cada marca discutían sobre la superioridad de sus productos preferidos. Les discusiones a menudo giraban en torno a temas como el diseño, la usabilidad, la innovación, el precio y el rendimiento de los dispositivos. Actualmente los fanboys de Apple suelen destacar la calidad del diseño, la integración entre hardware y software, y el ecosistema cerrado que garantiza una experiencia de usuario consistente. Además, los productos de Apple a menudo son vistos como símbolos de prestigio y estatus. En cambio, los fanboys de Microsoft suelen defender la versatilidad y la apertura del sistema Windows, la compatibilidad con una amplia gama de dispositivos y periféricos, y el hecho de que los productos de Microsoft suelen ser más asequibles y accesibles para una mayoría de personas.
Les dos marcas se han abonado también al fenómeno fanboy para llevarlas a sus campañas publicitarias, por lo cual es normal ver anuncios de una empresa hablando de la otra, y a la inversa. Pero este fenómeno va más allá, y es que los fanboys se han extendido a los entornos de Google, con Android, o con los dispositivos Samsung o Xiaomi. O entre servicios a la nube, o entre fabricantes de microchips. En el digital, siempre que haya dos marcas luchando por la hegemonía habrá un ejército, grande o pequeño, defendiéndola.
CHIPS: Nvidia vs. Intel
Y es que hay vida más allá de las grandes tecnológicas más populares. Microsoft, Apple, Google también dejan espacio en empresas quizás menos alejadas de la cultura popular, pero fundamentales en su aportación. Es el caso de las marcas fabricantes de microchips, con Intel i Nvidia como grandes rivales, y con Qualcomm sacando la cabeza gracias al desarrollo de los nuevos Copilot+PC de Microsoft.
Pero vamos a la rivalidad entre Nvidia e Intel, una de las más fascinantes y significativas en el mundo de la tecnología, ya que no sólo afecta a los microchips, sino también tiene un impacto profundo en sectores como el gaming, la inteligencia artificial (IA) y los centros de datos.
Nvidia, fundada el año 1993, se centró inicialmente en el desarrollo de tarjetas gráficas (GPU) para videojuegos. Con el lanzamiento de su arquitectura GeForce, Nvidia revolucionó el mercado de las tarjetas gráficas, estableciéndose como un líder indiscutible en este segmento. En cambio, Intel, mucho más antigua y fundada en 1968, se consolidó como el principal fabricante de procesadores (CPU) para ordenadores personales y servidores. Su serie de procesadores Intel Core y la arquitectura x86 han definido el estándar de la industria durante décadas.
Intel ha visto cómo Nvidia aterrizaba
en el mundo de los chips gracias a la IA. Y como
Qualcomm fabrica los chips de los Copilot
Con la nueva era tecnológica de los últimos años, los dos gigantes empezaron a expandirse en áreas que tradicionalmente no eran su fuerte. Nvidia vio una gran oportunidad en la inteligencia artificial y el deep learning, áreas que requieren una gran capacidad de procesamiento paralelo. Sus GPU se han convertido en la piedra angular para entrenar modelos de IA, y es ampliamente adoptada por investigadores y empresas. Por su parte, Intel intentó entrar en el mercado de las GPU en el 2015 con la compra de Altera, una empresa especializada, y con el desarrollo de su propia línea de GPU, Intel Xe. La competencia se ha intensificado especialmente en los sectores de la inteligencia artificial y los centros de datos.
Nvidia, con sus GPU Tesla y la plataforma de computación para centros de datos, consiguió acuerdos con grandes empresas como Google, Amazon, y Microsoft para proporcionar la infraestructura de procesamiento para sus servicios de nube. Intel, por su parte, ha invertido significativamente en tecnología de IA, pero sin consolidarse.
Nvidia ha cogido velocidad de crucero, y ha sabido tocar las teclas para crecer. De hecho, mientras los ingresos de Intel caen entre un 15 y 18% cada trimestre, los ingresos de Nvidia han aumentado exponencialmente, hasta casi un 200%.
CONSOLAS: PlayStation vs XBox
Vamos al mercado lúdico. El de las videoconsolas de última generación. Habréis notado que siempre hablamos de dos polos, es por eso que en el anterior punto no hemos hablado de la fabricante de microchips AMD, y en este epígrafe, si hablamos de consolas, echaremos de menos Nintendo. La descartamos en este análisis de la rivalidad para no ser una generación tan potente y para tener la gran mayoría de videojuegos de cariz más bien juvenil.
Así pues, la rivalidad entre PlayStation de Sony i Xbox de Microsoft es una batalla constante en el mundo de los videojuegos. Desde sus inicios, ambas marcas han luchado por la supremacía en un sector altamente competitivo, ofreciendo a los jugadores experiencias únicas y revolucionarias. Por antigüedad gana PlayStation, que nació el año 1994. Con un diseño innovador y una gran biblioteca de juegos, se convirtió rápidamente en una de las consolas más populares de su época. Su capacidad para reproducir CD, en un momento en que muchas consolas utilizaban cartuchos, fue uno de los suyos principales atractivos. PlayStation supuso el final de todas las consolas de SEGA, y supuso un golpe a Nintendo.
En respuesta al éxito de PlayStation, Microsoft entró en el mercado de las consolas con su Xbox, el año 2001. Destacó por ser la primera consola con un disco duro interno y por ofrecer una conexión a internet integrada a través del servicio Xbox Live, que revolucionó el juego en línea. Estas características establecieron un nuevo estándar en el sector y marcaron el inicio de una intensa competición con PlayStation, que se entregaría al campo de batalla de las generaciones de las consolas. Cuando una sacaba una mejora la otra rápidamente la contrarrestaba.
Así, por ejemplo, la segunda generación de las consolas tuvo la batalla entre la PlayStation 2 (2000) y la Xbox 360. La primera consolidó la posición de Sony como líder del mercado vendiendo más de 155 millones de unidades y convirtiéndose en la consola más vendida de todos los tiempos, mientras la segunda Xbox, la 360, recortaba distancia en ventas, con el juego en línea y el Kinect como máximos reclamos. Esta, además, compitió con la PlayStation 3, que salió al mercado un año después. La guerra siguió con la tercera y la actual cuarta generación, en la cual conviven la PlayStation 5 y la Xbox Series.
Hoy luchan por ver quién ofrece mejores gráficos, tiempos de carga más rápidos y un catálogo de juegos en línea más amplio. Los dos aparatos, en líneas generales, son muy similares con respecto a tecnología. El campo de batalla actual se encuentra en el catálogo, y es que cada vez más las dos marcas juegan con un catálogo de juegos exclusivos, y eso comporta una especie de juego sucio de fondo, y es que mientras Sony sigue ofreciendo los juegos clásicos de nueva generación como Gran Turismo o God of War, Microsoft hace tiempo que compra estudios de producción. Una de las compras más chaladas ha sido la de Activision Blizzard, que hace que Xbox tenga en su catálogo en exclusiva todas las franquicias de Call of Duty, Diablo, Warcraft o Crash Bandicoot.
SERVICIOS: Hotmail vs Gmail
La rivalidad entre Hotmail y Gmail también es notoria e importante, ya que ha llevado a la democratización de un servicio que, hasta no hace mucho, era bastante más privatizado. Hablar de Hotmail y Gmail es hacerlo también de Microsoft y Google, que aparecerán más en este reportaje.
Hotmail apareció el año 1996, uno de los primeros servicios de correo electrónico basados en web y accesible desde cualquier ordenador con conexión en internet. Aportaba una propuesta de valor clara: interfaz sencilla y acceso universal. El éxito de Hotmail fue tan inmediato que Microsoft adquirió el servicio al cabo de un año por 400 millones de dólares. Con el apoyo de Microsoft, Hotmail se expandió rápidamente y se convirtió en el líder indiscutible del mercado de correo electrónico durante muchos años.
Google vio la oportunidad y el año 2004 lanzó Gmail, un servicio que revolucionó el mercado con características rompedoras para la época, como ofrecer 1 GB de espacio de almacenaje gratuito por usuario, cifra muy superior a los escasos megabytes que ofrecía la competencia.
La competencia entre Hotmail y Gmail empujó a las dos empresas a innovar constantemente. Microsoft respondió al lanzamiento de Gmail con una serie de mejoras en Hotmail, incluyendo un aumento progresivo del espacio de almacenaje, mejoras en la seguridad, una interfaz más moderna e incluso cambiando el nombre del correo a Outlook. Pero lo hizo tarde, y Gmail ya había ganado terreno rápidamente. A lo largo de los años tanto Google como Microsoft han convertido su servicio de correo en una de las partes fundamentales de toda su suite de productividad, que incluye calendario, almacenaje en la nube y herramientas de tareas de ofimática general. Aunque actualmente Gmail es el líder del mercado de correo electrónico, Microsoft y Outlook ha mantenido una base de usuarios leal y sigue innovando para competir con Google.
MÓVIL: Android vs iOS
Vuelve a aparecer Google en este artículo. Y es que la empresa californiana supo ver, al principio de los años 2000, dónde tenía que poner todos los esfuerzos. Uno de ellos estuvo en el mundo de la telefonía móvil, entonces dominada por los viejos teléfonos tipos roca (como los Nokia), los más rompedores de tapa (como algunos Samsung, LG o Ericsson), o los pequeños ordenadores tipo Blackberry o Palm, muy bien vistos en el mundo empresarial.
El año 2007 Apple presentaba su iPhone, y cogió a todo el mundo con el pie cambiado. Quizás sí que Microsoft no tuvo tiempo para reaccionar, pero a casa Google hacía días que trabajaban en este proyecto, que tenía un nombre: Android. Android, de hecho, era la marca que Google había comprado tres años antes. Vio la luz el año 2007, muy poco después del anuncio del primer iPhone. El año 2008 salía el primer móvil inteligente con Android, un HTC. Y empezaba una nueva lucha para ver quién era la marca hegemónica por este sector.
Apple anunció el iPhone justo antes que
lo hiciera Google con su Android, con
el cual hacía tiempo que trabajaba
Recordaréis que al inicio de este reportaje hemos hablado de Apple y Microsoft, y que mientras la primera creaba aparatos con un ecosistema propio, el segundo proporcionaba su sistema operativo a todo el resto de fabricantes. Pues Google, con su Android, tuvo la visión de replicarlo en el campo de la telefonía móvil. Es decir, ser el Windows de la telefonía.
A lo largo de los años los dos sistemas operativos móviles, que son Android por un lado e iOS por el otro, se han ido pisando funcionalidades, y han generado una nueva oleada de ejércitos de fanboys de nueva hornada, que defienden las virtudes de su sistema operativo mientras atacan el otro. Una de las críticas, en ambos sentidos, es que las dos empresas se copian constantemente. Eso ha pasado con el centro de notificaciones, la distribución de los elementos en la pantalla, el número de aplicaciones en las tiendas, los asistentes virtuales, los pagos móviles con NFC o las cada vez más restrictivas funciones en términos de privacidad de los usuarios. Sin ir más lejos, la última versión de l'iOS, que es la 18, incorpora funcionalidades en términos de personalización que muchos usuarios de Android han asegurado que sus móviles hace una década que tienen.
En todo caso, la cuota de mercado, que es una de las cifras que mandan, indica que más del 70% de los teléfonos móviles del mundo son Android, mientras que iOS tiene una cuota del 27%. Eso sí, Apple ha conseguido ganar el relato de la exclusividad de su marca, y es que, tal como hemos explicado en estas páginas recientemente, las nuevas generaciones prefieren tener un iPhone antes que un Android, símbolo de estatus.
PERSONALIDADES: Zuckerberg Vs. Musk
Hemos empezado este artículo hablando de los dos grandes nombres de los inicios del mundo de la informática, Steve Jobs y Bill Gates, y lo acabamos con los dos grandes nombres de la última década, Mark Zuckerberg y Elon Musk. Podríamos haber hablado de Jeff Bezos, que ha convertido su pequeña tienda de alquiler de libros en la gran plataforma de venta online mundial, sólo amenazada por los gigantes chinos de Temu y AliExpress. O podríamos haber hablado de Sergei Brinn y Larry Page, creadores de Google. Pero hemos preferido hacerlo de los nombres más representativos de la última década. Mark Zuckerberg por el gigante en relativas horas bajas que ha construido. Y con Elon Musk, por lo que representa en la tecnología del presente y futuro.
Les personalidades de finales del siglo
pasado dejan paso a los nombres nuevos,
como Musk, Zuckerberg, Altman o
Bezos. Todo hombres, de momento
De Mark Zuckerberg, ya más que conocido, podemos decir que es el gran dominador de las redes sociales actuales. Con su primigenio Facebook del 2004, fue escalándola poco a poco, primero sin un modelo de negocio claro y después convirtiendo el grupo Meta en una máquina de ganar dinero, gracias sobre todo a haber adquirido Instagram y también WhatsApp. En la actualidad está empecinado con poca suerte en el sector de la realidad virtual, el conocido como metaverso. De Elon Musk podríamos decir que es un visionario que, a base de comprar empresas, ha creado un gran ecosistema tecnológico a su alrededor que toca todos los temas posibles, desde la aviación espacial que tiene como objetivo llevar la humanidad en Marte, hasta los chips en el cerebro que llevaremos los humanos del futuro, la conducción automática, el desarrollo de la IA, y la pata en el mundo de las redes sociales con X, el antiguo Twitter, que por cierto había pretendido el mismo Mark Zuckerberg.
Son dos magnates del mundo digital presente y futuro, y con, de entrada, pocas cosas en común, más allá de disputarse el podio, que ahora ocupa Musk y que hasta hace muy poco ocupaba Zuckerberg.
Entre los principales puntos de fricción entre los dos, estaría el desarrollo de la IA. Así, mientras Musk ha expresado en reiteradas ocasiones el peligro de una IA descontrolada, que podría ser una amenaza para la humanidad, Zuckerberg ha mostrado una cara mucho más optimista, argumentando que la IA puede ser catalitzadora en la mejora de las condiciones de la vida humana del futuro. Con respecto al metaverso, y aunque tanto Musk como Zuckerberg tienen varios intereses, el primero es un escéptico mientras que el segundo sigue apostando grandes cantidades de dinero para mirar que se convierta en el próximo estandarte de la relación de los humanos.
Lo que no puede negar nadie es que tanto uno como el otro han conseguido grandes hitos, uno haciendo que miles de millones de personas miran cada día una pantalla que nos vende cosas y el otro poniendo las piedras de la humanidad del futuro, incluso en el prisma universal.
Polos opuestos
Gates, Jobs, Android, iOS, PlayStation o Xbox. El mundo de la tecnología y el entorno digital nos ha llevado a confrontar personalidades, empresas y tecnologías, las cuales acostumbran a querer conseguir el mismo objetivo y llegar al mismo lugar, pero luchando por ver cuál es mejor. Una competición que tendrá muchos peligros, pero que no deja de ser catalitzadora de innovación y dar pasos adelante de forma constante. Estos aquí presentados son sólo algunos de los nombres –por cierto, todos masculinos–, y vendrán más.