Lluís Castarlenas: “el granjero de mañana gestionará varias granjas y se ganará mejor la vida”
Lluís Castarlenas es gerente de Nealia, una spin-off de Vall Companys que tiene entre ceja y ceja hacer más fácil La vida a los granjeros

Lluís Castarlenas
¿Lluís, cuál es tu función en Nealia? En Nealia lidero varias iniciativas tecnológicas, ejerciendo como gerente. Mi función principal es comercial y de negociación.
¿Qué hace Nealia? Nealia es una empresa tecnológica que da apoyo a los ganaderos, un sector históricamente olvidado. Nuestra misión es hacer su trabajo más fácil y atractivo mediante soluciones tecnológicas que permiten gestionar las tareas desde el móvil. Adaptamos las capacidades tecnológicas del grupo Vall Companys en el sector ganadero para transformar las granjas tradicionales en granjas conectadas.
¿Cómo mejora la tecnología la vida del ganadero? Nuestros sistemas automáticos y sensores controlan aspectos como la temperatura, la ventilación y el clima de las granjas. Eso permite supervisarlo todo desde el móvil y automatizar tareas como la apertura de ventanas o la activación de ventiladores. El objetivo es reducir la carga manual y optimizar las condiciones en las instalaciones.
¿En qué momento os encontráis? Actualmente, hemos automatizado el control del clima, y los próximos pasos incluyen la gestión del agua y la alimentación, aspectos críticos que requieren más desarrollo. Aunque empezamos hace sólo dos años, ya vendemos nuestra tecnología a otras empresas, incluidas algunas competidoras. Si podemos venderlo a los competidores es que tenemos un buen producto.
¿Qué papel tiene la inteligencia artificial? Es clave para analizar variables internas y externas, como la temperatura, la humedad o el CO2, ajustando automáticamente los sistemas para optimizar las condiciones de la granja. Libera a los ganaderos para centrarse en otras tareas.
¿Nealia se alinea con el concepto de Granja 5.0? Sí, desarrollamos tecnologías que modernizan granjas con una inversión inicial asequible, y es que nuestra idea no es la de crear desde cero, sino añadir capas de tecnología a las granjas existentes. Con una inversión inicial de unos 3.000 euros el granjero ya puede conectar su granja a Internet. Eso permite a los ganaderos conectar su granja a Internet y gestionar componentes como ventanas o ventiladores desde el móvil, con apoyo de inteligencia artificial.
¿Cuáles son los retos futuros? Priorizamos los proyectos que automatizan el agua y la alimentación, además de trabajar en aplicaciones como el pesaje automático de animales con cámaras y visión artificial. Ya hemos implementado sistemas de medida de peso en granjas avícolas con resultados de porcentaje de error muy bajo. Aunque podemos contar estos animales con gran precisión, en el sector porcino es una tecnología en la cual todavía estamos trabajando.
¿Cómo afecta a la tecnología al relevo generacional? Uno de los problemas del sector es la falta de relieve generacional, ya que gestionar una granja ha estado históricamente duro. Con nuestras tecnologías, queremos hacer que este trabajo sea más atractivo, eficiente y viable económicamente para los futuros ganaderos. El ganadero de mañana podrá controlar más granjas con más facilidad y ganarse mejor la vida.
¿Pasará lo mismo que con la tierra, que hay menos gente llevando más extensión? La situación es similar, sí. Lo que tenemos que conseguir es que también sea rentable.
¿Qué pasa con el bienestar animal? Trabajamos para mejorar la eficiencia de las granjas sin comprometer el bienestar animal. El objetivo es adaptarnos a las regulaciones europeas y hacer que las granjas sean más sostenibles y rentables.
¿Cómo os organizáis? Funcionamos como una start-up independiente dentro de Vall Companys, con tres divisiones. Los inventores, que desarrollan nuevas tecnologías. Los product owners, que gestionan y evolucionan los productos. Y los customer success, que garantizan el mejor apoyo a los clientes después de la implementación.