Un 46,5% del alumnado de la UdL afirma haber sufrido comentarios machistas
Un sondeo con 1.219 personas revela que los hombres son menos tolerantes con el colectivo LGBT
Un 50% de la comunidad universitaria afirma haber sufrido comentarios machistas en la Universidad de Lleida (UdL) y un 25% LGBTfóbicos. Así lo pone de manifiesto el estudio Violencia de género y LGBTfòbia en el ámbito universitario. Análisis de la percepción entre la comunidad universitaria, llevado a cabo entre septiembre y noviembre del 2019 por el Centro de igualdad de oportunidades y promoción de las mujeres Dolors Piera con fondo del Pacto de Estado contra la violencia de género 2018.
Un 46,5% del alumnado afirma haberlos sufrido, por un 45,6% del personal docente e investigador (PDI), un 37,2% del personal de administración y servicios (PAS) y un 46,7% de las personas que tienen el doble perfil (PAS/PDI). En todos los colectivos son las mujeres las más violentadas, un 66,2% por término medio. El personal de la UdL dice haber sido víctima en un 30% por parte de alumnado y en un 26% por parte de profesorado; mientras que el alumnado es objeto en un 51% de otros compañeros y en un 21% de docentes.
Un 72% de las personas que han participado en el estudio percibe que la UdL es un espacio donde se dan actitudes y comportamientos machistas en alguna ocasión, un 6% muy a menudo y un 22% nunca. Son los alumnos hombres quienes más creen que no se dan nunca, un 15% del total de encuestados que afirman que eso no pasa. Ahora bien, todos los colectivos coinciden en que las fiestas universitarias son los espacios de más riesgo de la UdL para sufrir algún tipo de acoso o violencia, ya que las señalan el 80%.
En cuanto a la LGBTfobia, también son las mujeres las más afectadas, un 59,5%. Y también lo son por comentarios racistas. Del 35% de la comunidad universitaria que ha sido objeto, un 63,5% son mujeres.
Los hombres de los tres colectivos son los que muestran menos tolerancia hacia el colectivo LGBT, aunque la media de apoyo total de toda la comunidad universitaria es muy elevada. La mayor tolerancia es para las lesbianas y las personas bisexuales, con un 94,5%, los gais con un 92,9%, y baja hasta el 85,3% cuando se pregunta por las personas trans. Son los estudiantes hombres los que muestran más rechazo hacia este último colectivo, ya que un 1,5% harían todo lo posible por no coincidir más con una persona trans, por el 0% de las alumnas mujeres; mientras que PAS y PDI hombres las rechazan en un 0,8%, por el 0,4% del personal femenino.
El estudio del Centre Dolors Piera, basado en una encuesta anónima donde participaron 1.219 personas (488 hombres, 721 mujeres, 10 no binarias) que eran alumnado de grado de todos los centros (729), PDI (264), PAS (196) y PAS/PDI (30), evidencia una conclusión que ya se ponía de manifiesto en un análisis de 2013 (Percepción de la violencia de género en el entorno universitario. El caso del alumnado de la UdL) y es que los espacios universitarios no son inmunes a la violencia de género. Se trata de un fenómeno estructural que impregna todas las esferas y todos los ámbitos de la sociedad, sin distinguir nivel educativo, económico, etc.
Aunque el 69% del PAS y PDI y el 58,3% del alumnado identifica el machismo como la causa principal de la violencia de género –hecho que representa una mejora respecto del estudio anterior donde el alumnado apuntaba otros factores (problemas mentales o addiccions), la comunidad universitaria no tiene lo suficiente clara la definición. Sólo un tercio del PAS y PDI y cerca de un 20% del alumnado la define correctamente: "aquella violencia que ejerce un hombre sobre una mujer, pareja o ex-pareja, como máxima expresión de la desigualdad estructural". No obstante, afirman que tendría que ser una prioridad máxima para las administraciones un 57,3% del PAS y el PDI y 46,3% del alumnado. Además, un 64% de las personas encuestadas manifiesta querer recibir formación especializada, siendo el PAS el colectivo más dispuesto.
Respecto del estudio de 2013, disminuye en general en el alumnado el nivel de tolerancia en buena parte de los indicadores de violencia en la pareja. Del 39,8% que aceptaría el perdón después de una agresión se ha pasado al 28,7%; del 11% que aceptaría el control al 2,4%; mientras que los celos han disminuido del 34,1% al 21,9%. Este porcentaje es similar entre el personal de la UdL que todavía muestra una aceptación de los celos en la pareja en un 20,3%. Ahora bien, si se encontraran en una situación de violencia, más del 90% de todas las personas encuestadas afirman que no la pasarían por alto y que acudirían a alguien, aunque un tercio del estudiantat no optaría por nadie de la UdL.
En todos los indicadores de violencia de género, son las mujeres las que son más reticentes a aceptarlos en relación a los hombres, siendo las alumnas el colectivo que ha mostrado más rechazo en todos los indicadores de la encuesta.